Personalmente no lo he leído, pero conozco de él gracias a un buen amigo médico, manchego como tú, con quien trato habitaualmente de estos temas. Sé que hace poco estuvo dando unas charlas en España sobre el tema de la reencarnación, cuyas investigaciones, a través de la hipnosis, le dieron mucha fama (y críticas). Me parece que su libro más conocido es "Muchos cuerpos, muchas vidas" o algo así.
Se trata de uno de esos psicólogos y psiquiatras que siguieron, si no la estela de Jung, por lo menos sí su visión "no materialista" de la Psicología, y la posibilidad de que la mente y el universo puedan estar relacionados de una u otra manera (ya sean las sincronías, ya sea la reencarnación que no sería otra cosa que -chapuceramente hablando- la pervivencia de esa especie de energía llamada alma o espíritu que no sería otra cosa que la esencia del universo, y por tanto, de nosotros, ya sea el mundo del inconsciente colectivo -¿más allá?- ya sean otros extraños fenómenos de la psique).
El procedimiento de Weiss, como el de Jung, es puramente empírico: interpretación de múltiples experimentos de hipnosis, del mismo modo que Jung buscó coincidencias entre sueños de diferentes personas y símbolos de las diferentes mitologías mundiales.
Dentro de la misma escuela puedes encontrar las obras de otro psicólogo del estilo, Ken Wilber. Y entre los físicos que relacionan sus teorías cuánticas con estos psicólogos estaría sobre todo Fritjof Schuon.
En el fondo, unos y otros se apartan de la corriente materialista de la cultura, de la idea de causa y efecto que rige la ciencia cartesiana, de la idea de progreso en las ciencias sociales, para encontrar un universo infinitamente más variado, fascinante y complicado, como el que va descubriendo la física cuántica. No son más que eslabones -en el campo de la ciencia- de una cadena cultural que se remontaría a Platón (y antes), y que tendría entre sus componentes también a autores malditos que, por negar la idea de progreso, implícitamente negaban validez a las ideas del moderno sistema político social-demócrata-liberal o marxista, siendo catalogados dentro de lo que se ha mal llamado "revolución conservadora" (y digo mal llamado porque se les puede confundir con los actuales neocons norteamericanos, que no son sino otra faceta del sistema progresista capitalista moderno, y nada tienen que ver con los que yo cito). Estos revolucionarios conservadores (insisto, nada que ver con el punto de vista económico, materialista, que a estos tipos de los que hablo les repugnaba) formarían los eslabones filosóficos y literarios -como los anteriores formaban los eslabones científicos- de esa gran cadena "anti-materialista" (de la que otros han hecho buenos o malos usos) entre los que se encontraían desde el triunfo de la voluntad pesimista de un Schopenhauer, renegando de las creencias burguesas, o un superhombre nitzscheano que no es otra cosa que un mensaje en relación al cambio interior del hombre que necesariamente debe realizarse más allá de la masa -"chusma"-, pasando por un Oswald Spengler y su "La decadencis de occidente" donde niega la continuidad del progreso y ofrece una visión "clásica", orgánica, cíclica y no lineal de la Historia, donde las civilizaciones nacen y mueren, para terminar en un Ernest Junger y su idea del ascenso de un nuevo héroe , el Trabajador, que acaba con la corrupción burguesa y progresista en un mundo deshumanizado por la técnica para acabar en la única opción que le queda al hombre inteligente: convertirse en un Anarca y no participar en las elecciones del sistema izquierda-derecha, y acabar por recluirse cual ermitaño en un bosque, convertirse en un Emboscado observando a distancia el sistema decadente. Del rechazo de estos autores hacia el progresismo, la democracia como origen del enfrentamiento partidista y del caos social, y el sistema moderno parece entenderse una querencia hacia los sistemas autoritarios (de hecho, algunos de ellos utilizaron sus argumentaciones), pero en el fondo no es así, ya que para ellos, antes o después entraremos en la Edad de Hierro, el Kali Yuga hindú producto del materialismo exacerbado y la falta de principios morales y religiosos, que forman parte de nuestra esencia humana, y estos autoritarismos no son sino respuestas pervertidas a la crisis mundial. En terminología hindú, Brahma descansará y absorverá el Universo, para, después de una noche de descanso, crear un nuevo Big Bang, Edad Dorada, uno más dentro del infinito devenir de los Ciclos históricos.
Pero me he dejado atrás a nuestro moderno Emboscado (términos antitéticos), usando la terminología de Junger. ¿Qué tiene que ver con los psicólogos con los que iniciábamos el debate? Todos ellos promueven un cambio de consciencia, un retorno a los valores espirituales, una demostración de la existencia del alma y su conexión con el Ser universal del que formaríamos parte, un combate interior y exterior caballeresco... ¿Y no es eso lo que descubriría en plena naturaleza -término metafórico que hace referencia al retiro en uno mismo, en el salón de su casa o donde le venga en gana- nuestro Emboscado, que recibe la iluminación? ¿No son en el fondo antiguos emboscados Weiss o Carl Jung desarrollando sus propias ideas como guís de otros, al margen de las críticas?
Bueno, y otra vez se me soltó el discursito, Oretano. Pido disculpas al administrador porque dudo que este sea el foro correcto, pero habíamos empezado hablando de libros sobre Castilla.
En cualquier caso, te iba a comentar que el título del libro de De la Serna tiene que ver, lo he comprobado esta mañana, con la famosa ruta del Calatraveño desde Andalucía.
Bueno, un saludo.