Es una idea más romántica y utópica que práctica. Primero, porque ninguno de los dos está dispuesto a perder parte de su identidad nacional en favor del otro; después porque a los españoles les dan igual los portugueses, y a los portugueses, no les caemos muy bien (aunque nos tengan en la bordura de su escudo), pues todavía nos guardan rencor por episodios como el de Olivenza (Badajoz), que en España casi todo el mundo desconoce, pero que ellos los tienen muy presentes.
Yo tengo amigos portugueses y admiro mucho los valores que ellos tienen, y que por desgracia, a nosotros (en general) nos falta, como es su patriotismo, compartido por todo el espectro político, independientemente de cuál sea su visión del estado, y eso que su historia y la nuestra guardan ciertos paralelismos (se revolucionaron contra un rey arbitrario y establecieron una república inestable y laicista, a la que le sucedió una dictadura que duró casi 40 años... ¿os suena?) Pero a pesar de todo, no reniegan de su historia ni de su nación, más bien al contrario.
El Pacto Ibérico nunca se llevó a cabo, porque era practicamente inviable, y mucho me temo, que la única manera de unir ambos estados, sera mediante una confederación, y creo yo que acabaríamos como Serbia y Montenegro.
Como curiosidad, aquí os dejo dos blasones, sacados de la web Vexilia Hispánica, de lo que podría ser en la actualidad esa hipotética unión: