El otro día venía en el País una mini entrevista al individuo bufonesco que dirige la CA de Cantabria.
El enunciado venía a decir que el español nació en Cantabria y no en La Rioja. Repito, el español, no el castellano (porque el señor ese tan listo que es debería saber que lo que el llama español, primero se conoció como castellano y que luego la gente de su calaña desvirtuó para que pueda vivir en su chiringo haciendo el camelo por los platos de televisión). Era tan canallescas sus respuestas que parecía que estaba borracho el colega.
En resumen, podremos poner a parir a Ibarretxe, Carod y perico el de los palotes. Pero es menos cierto, que somos dirigidos los propios castellanos por caraduras que hacen bueno hasta al más tonto del universo. Esta gente con sus espectáculos circenses, con tal de justificar que su invento funcione pasan por todo, como elefante en cacharrería. Tan imbéciles de negarse a decir que en lo que hoy se llama Cantabria nació una lengua que se llama Castellano. El español, gracias a individuos como él, nació siglos más tarde.
No se que es más patético si las carretaeras del norte de Palencia o tener de "cuadillo" a un colaborador televisivo.