Algunos creen a pies juntillas en la ecuación "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
¿Qué nos extraña que haya extremistas (algunos castellanistas incluidos) que consideran que su "Enemigo" (en el sentido pleno y belicista del término) es el Estado español y sus colaboradores, y que siendo ETA y su apoyo social enemigos de su "Enemigo", pues que mínimo, repito, que mínimo que se les puede prestar es comprensión, aliento y alimento...?
Para esos extremistas sólo hay dos bandos, y tienen claro con cual están. El problema para los castellanistas que les dan aliento es que en Castilla son menos que irrelevantes sociológicamente y además les asusta mucho la policía española y por eso no han dado el paso adelante ennpos de la solidaridad con las causas de los oprimidos (Euskadi, Córcega, Bretaña, irredentas, etc.).
Si se comparte el análisis (España cárcel de pueblos, que tortura), el vocabulario (ensalada de marxista-leninista y ultranacionalismo) y los razonamientos tacticistas (el fin justifica los medios), ¿que se puede esperar? Dios los cría y ellos se juntan. Un poco de filosofía "sadabesca" para victimizar a los asesinos y sus corifeos (El libro de Sadaba "Euskadi: nacionalismo e izquierda" es antológico) y un mártir de ANV.
Eso sí, a disfrutar de la libertad de expresión negada a los asesinados por ETA...
¡Ay el romanticismo revolucionario! ¡Cuanto daño!
Para leer quecriticar esto es ser españolista. Qué tropa!