LA HISTÓRICA MILITANTE ABANDONA EL PSOE
Los socialistas vascos ven con alivio la marcha de Rosa Díez al nuevo partido de Savater
Aseguran que su baja del PSOE, que anunciará previsiblemente hoy en Bilbao, «se veía venir» y ha evitado el «coste político» de una expulsión El PSE cree que la nueva formación perjudicará electoralmente al PP
La decisión de la eurodiputada Rosa Díez de abandonar el PSOE para sumarse al nuevo grupo político impulsado desde la plataforma Basta Ya -que previsiblemente hará pública a mediodía de hoy en una rueda de prensa en Bilbao- fue recibida ayer con alivio en el que todavía es su partido, a falta de que formalice su baja. Algunos dirigentes expusieron incluso que «se veía venir». El presidente del Senado, Javier Rojo, consideró que la marcha de la histórica militante socialista «no sorprende a nadie», dadas las reiteradas críticas que Díez ha dirigido en los últimos años a la dirección de su partido y a la estrategia del Gobierno durante la actual legislatura. «Es una decisión personal y no le hemos dado más importancia», apostilló Rojo.
El secretario general del PSE-EE en Vizcaya, José Antonio Pastor, abundó en la misma tesis. A su juicio, resulta lógico que «una persona pelee por sus posiciones desde otra opción política» cuando en la suya se muestra «tan a disgusto». Precisó que el PSE no había recibido todavía ayer la solicitud de baja, pero recomendó a Rosa Díez que, en caso de formalizarla, también abandone su escaño europeo por «coherencia» y en evitación de «un ejemplo palmario de transfugismo».
Aunque el acta de eurodiputada es personal y no pertenece a los partidos, medios próximos a la política nacida en Sodupe dan por hecho que renunciará a este cargo antes de vincularse a la Plataforma Pro promovida por el filósofo Fernando Savater y el profesor Carlos Martínez Gorriarán.
La acogida que los dirigentes socialistas -especialmente los vascos- han dado a la marcha de su compañera sólo se explica desde los apuros en que ésta ha colocado a la cúpula del PSOE debido a sus reproches, sobre todo en lo que respecta a la relación del Gobierno con los nacionalistas y al modo en que el Ejecutivo encara la lucha antiterrorista. Un ejemplo reciente: la eurodiputada publicó anteayer en su 'blog' un artículo donde asegura que la decisión de la Fiscalía de pedir informes sobre ANV con vistas a su posible ilegalización «casa mal» con los discursos de los ministros de Justicia e Interior. También opina que las manifestaciones de los dirigentes del PSE desincentivan la lucha contra ETA.
Ese tipo de declaraciones han sido respondidas normalmente con el vocablo «inadmisibles» desde la afiliación, que en numerosas ocasiones ha exigido la expulsión de la antigua consejera del Gobierno vasco -ocupó Comercio, Consumo y Turismo desde 1991 hasta 1998-. Las malas relaciones empeoraron a raíz del inicio del proceso de paz. Y el pasado 16 de agosto, la propia eurodiputada dio un paso adelante en favor de su salida al anunciar que tomaría «en breve» una decisión, tras alabar la iniciativa de Basta Ya -colectivo en el que ya estaba inmersa- como un «tercer partido» nacional que defienda «sin complejos un modelo para toda España».
A pesar de que sus palabras «horadaban» la paciencia, imagen y consistencia del partido y ponían en bandeja su aprovechamiento al PP, la dirección socialista vasca siempre ha sido renuente a la expulsión. La razón: evitar que Rosa Díez apareciera como una «víctima» y el PSE como un partido intolerante a las críticas, lo que habría supuesto un «coste político superior». De ahí la dualidad de que en público se evitase reprobrar la actitud de la eurodiputada, mientras en privado su marcha constituía un motivo de deseo. A diferencia de una salida forzada, ésta se presenta ahora «como la decisión personal de alguien que deja unas siglas por otras donde se siente más a gusto», sostienen fuentes socialistas. Y agregan: la «última deslealtad de Díez hacia el partido en el que ha militado tantos años» ha sido que éste «se haya enterado de su marcha por los medios de comunicación».
Simpatía de los populares
En el PSOE se cree también que la nueva plataforma perjudicará los intereses electorales del PP, ya que sus postulados de base respecto a cuestiones como la unidad del Estado y la estrategia contra el terrorismo son muy parecidos a los que defiende el partido opositor. Además, «carece aparentemente de un programa más allá de la oposición al Gobierno». «Un proyecto político no se puede basar en ir contra algo o contra alguien», subrayó Rojo.
El PP, sin embargo, celebró ayer la aparición de Pro como «una muestra de la profunda crisis de identidad que vive la izquierda española» y de la «confusión provocada por Zapatero». «Competirá con el PSOE», pronosticó Gabriel Elorriaga. La socialista Gotzone Mora, secretaria autonómica de Inmigración en Valencia, una comunidad gobernada por el PP, y conocida por sus críticas al Gabinete de Zapatero, sostuvo lo contrario al aseverar que la creación de este partido «no es oportuna» y que sus postulados ya han sido planteados por los populares.
POLÍTICA
Sin término medio
La trayectoria política de Rosa Díez en las tres últimas décadas le ha granjeado tantos enemigos como admiradores
Quienes conocen a Rosa Díez (Sodupe, 1952) reparten a partes iguales halagos y reproches a su forma de ser. Todo depende de quién responda y si está más o menos cerca de los postulados políticos que defiende. Calificativos como trabajadora, brillante, inasequible al desaliento, impulsiva, testaruda y egocéntrica se mezclan en las conversaciones. «Es de esas personas que te caen bien o no. Blanco o negro; no hay grises con ella», reconoce un antiguo colaborador.
Vehemente en la defensa de unos ideales y con una enorme facilidad para elaborar un discurso de rápido calado entre los ciudadanos, ha sido una de las caras más reconocibles del PSE en las últimas tres décadas. Sus ácidas críticas a Zapatero y al proceso de paz le han granjeado, sin embargo, una importante enemistad con buena parte de la dirección y militancia de la formación en los últimos años. Muchos habían pedido, incluso, su expulsión del partido por sus argumentos «más cercanos al PP que al partido por el que trabaja en el Parlamento Europeo».
De familia socialista -su padre fue condenado a muerte durante la dictadura, sentencia que conmutó Franco; y un hermano fue senador hasta 2000-, es miembro del PSOE desde 1977, un año después de haberse afiliado a UGT. Funcionaria de la Administración del Estado desde comienzos de los setenta, trabajó en la Diputación vizcaína antes de dar el salto al ruedo político. En la institución foral logró su primer cargo de representación como responsable de Bienestar Social entre 1979 y 1983. Fueron años complicados, de gran tensión social e institucional y con atentados de ETA prácticamente a diario. «Se sabía sobreponer a cualquier contratiempo y era muy persistente. De las 'currantas'», sostiene quien ya la conoció por aquella época.
Un carácter del que tuvo que hacer gala también dentro de su propio partido. Contraria al líder del PSE vizcaíno Ricardo García Damborenea, era una de las pocas mujeres con peso en la dirección vasca. «Nunca necesitó de cuotas femeninas para hacerse un hueco», resaltan sus partidarios. De hecho, fue la segunda mujer en acceder como consejera al Gobierno vasco, después de Milagros García Crespo. Ramón Jáuregui, vicelehendakari en los ejecutivos presididos por José Antonio Ardanza, la reclutó en 1991 para la cartera de Comercio, Consumo y Turismo, en la que permaneció hasta 1998.
'Ven y cuéntalo'
De su paso por el Ejecutivo autónomo queda uno de los eslóganes más populares. Aquel 'Ven y cuéntalo' que encabezó una campaña de promoción turística se extendió como la pólvora, si bien no siempre estuvo exento de polémica. El lema, creado para romper con el binomio Euskadi-terrorismo, fue duramente criticado desde ciertos sectores. El Gabinete Ardanza llegó incluso a querellarse contra el humorista gráfico Antonio Mingote, que en una de sus tiras vinculó la frase a la imagen de una mujer herida en un atentado.
«Siempre le gustó estar en el ojo del huracán», sostiene uno de sus detractores. La figura de esta seguidora de Bob Dylan, que se convertiría en la imagen de los gobiernos transversales de PNV y PSE, no pasaba tampoco desapercibida en lo estético. Enamorada de la moda y de creadores como Modesto Lomba o la fallecida Ángela Arregi, hizo las delicias de los fotógrafos con sus constantes cambios de peinado, sombreros y vestidos. Una estética que le granjeó tantos simpatizantes como detractores.
Su «creencia ciega» en unas ideas o su «afán de protagonismo», según unos u otros, le llevó a luchar en las primarias de 1998 contra Nicolás Redondo Terreros, candidato del 'aparato', por liderar la lista del PSE en las autonómicas. Estuvo a punto de dar la sorpresa y sólo 406 votos le separaron de pugnar con Ibarretxe por la Lehendakaritza. Asumió la derrota e hizo piña con Redondo Terreros, con el que mantiene una estrecha amistad.
Un año después, Díez, defensora a ultranza de Felipe González y fundadora de Basta Ya, obtuvo uno de sus mayores éxitos. Cabeza de lista por el PSOE para las elecciones al Parlamento de Estrasburgo, logró los mejores resultados que los socialistas han obtenido nunca en unas europeas. Todo frente a un PP que caminaba hacia la mayoría absoluta para Aznar.
Aquel registro le llevó a sorprender con su candidatura a la secretaría general del PSOE en el congreso que erigió como líder a José Luis Rodríguez Zapatero. Díez logró 65 votos de los 993 delegados, muy lejos de los 109 que apoyaron a Matilde Fernández, los 405 de José Bono y los 414 del ganador.
Con los resultados sobre la mesa, muchos sostienen que una de las razones que impidió a Bono -el claro favorito- hacerse con las riendas del partido fue la presencia de la aspirante vasca. También creen que ese «fracaso» le hizo alejarse del PSOE, al no creerse «suficientemente considerada». «No superó aquel varapalo, ni aceptó el liderazgo de Zapatero. Desde ese año se vuelca más en su proyección personal». Sus defensores mantienen, sin embargo, que es el partido el que ha virado desde entonces.
POLÍTICA
La Plataforma Pro dice que cuenta con afiliados del PSOE y el PP
El portavoz de la Plataforma Pro, Carlos Martínez Gorriarán, aseguró ayer que habrá «alguna sorpresa interesante» entre los integrantes del nuevo partido que promueve Basta Ya, al margen de lo que anuncie este mediodía Rosa Díez. La formación tiene previsto presentarse el 7 de septiembre en San Sebastián y el 29 en Madrid, donde se anunciaría a la hasta ahora eurodiputada socialista como cabeza de cartel en una circunscripción por determinar. El partido realizará también una encuesta de intención de voto en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Málaga y Bilbao.
A su juicio, existe «mucha expectación. Hay una demanda real de una tercera fuerza que tenga una manera diferente de hacer política». El partido estará integrado básicamente por personas que provienen de «diferentes grupos cívicos de España» y se han sumado, dijo, simpatizantes que proceden del PSOE y del PP. Algunos contarían con «mucha experiencia política»: citó desde «parlamentarios autonómicos a concejales, sindicalistas y asesores de gobierno», además de miembros de Ciutadans que «se han ido porque no estaban de acuerdo con la evolución».
En cuanto a las listas, el partido aún no ha determinado si se presentará en todas las regiones, aunque sí ha decidido hacerlo en Madrid, Valencia, Andalucía, País Vasco y Cataluña.

