Creo que los comentarios anteriores pueden ser oportunos para reflexionar sobre la estrategia electoral de TC ante los comicios municipales y autonómicos de Mayo de 2007.
Entiendo y comparto los argumentos castellanistas "fundamentalistas", en el sentido de que TC tiene la obligación de defender la singularidad del proyecto comunero ante los electores, sin desvirtuarlo.
Pero también TC es un partido con 17 años de historia y tiene otras obligaciones, además de hacer "testimonialismo castellanista". Y una de ellas es extender su proyecto, y en política la clave del crecimiento de unas ideas, se miden en votos en las elecciones y en cargos públicos en las instituciones.
En el 2007, TC probablemente crecerá en apoyos en localidades de pequeñas dimensiones, aumentando sus concejales en Burgos y aumentando también en otras provincias del norte como Palencia, Ávila, Valladolid, Segovia y quizás Salamanca y Soria. Es relativemente sencillo que crezca en alguna provincia del sur como Guadalajara o Toledo.
Pero TC tiene muy complicado crecer suficientemente en grandes ciudades, para obtener representación en grandes Ayuntamientos o en los Parlamentos Autonómicos. Sin embargo si TC no consigue volver a las grandes instituciones en el 2007, el proyecto que representan sus actuales dirigentes estará agotado.
Por eso, creo que TC debe hacer un esfuerzo importante para situarse ante los comicios de 2007 con un mínimo de posibilidades para obtener un resultado razonable: esa es la mejor forma de impulsar en la práctica el castellanismo.

