Pues resulta que hoy he visto un reportaje en una de esas publicaciones gratuitas sobre BerlÃn y me ha recordado todo lo que no he visto de la ciudad (aunque, la verdad, las sugerencias que daban no es que fuesen muy
offside)


Algún compañero del curro me ha comentado la tradición que existÃa entre los objetores alemanes de emigrar al berlÃn occidental para escaquearse de la obligatoriedad del servicio militar en el resto de la RFA... eso cuando aún habÃa dos estados alemanes (porque dos alemanias sigue habiendo), pero el caso es que de todo aquello ha quedado alguna reminiscencia porque parece que en BerlÃnqueda algo de ese progresismo entre sus habitantes lo que se ha traducido en la tendencia a juntarse las personas más raras del mundo

y las mezcla de culturas occidentales y orientales, que sigue muy sigue viva .

Uno de los lugares que tengo ganas de conocer es la Russendisko y que no pude ver porque los tres dÃas que pasé en la ciudad estuve de la ceca a la meca entre Alexanderplatz ("Alex" para los berlineses)

y la catedral

o la puerta de Brandenburgo

Allà pincha uno de los sujetos más conocidos de esta cultura underground (ya no tanto precisamente por la fama que ha adquirido, al menos en Alemania). Me refiero a Wladimir Kaminer

Que lo mismo pincha musica marcial, que el tecno más puntero o escribe un libro (tiene varios) y se convierte en un best-seller.
Charlar con las prostitutas de Oranienburgerstrasse tampoco está nada mal

, las tÃas saben hablar idiomas y son muy simpáticas y saben tratar a los tÃmidos y romper el hielo sin recurrir a obscenidades (eso es “excelencia†en el servicio, oye). Aunque uno no es putero, la verdad es que son chicas realmente guapas y casi dan ganas de estar un rato largo con ellas.
Pero lo que de verdad me gustarÃa conocer a fondo es el BerlÃn heavy, el oriental, con sus curtrepisos y sus puestos de currywurst. Para eso me harÃan falta unos cuantos meses, o como mÃnimo semanas.


