Ni que cayeran en este pecado solo en los dos grandes partidos. El político vive del engaño, la ambición personal y las promesas que luego cumplirá no, esté en el PP, en IU o en TC.
Forcemos una ley que obligue a los politicos, sean del signo que sean, a cumplir sus promesas electorales.
La iniciativa popular es una manera, sin necesidad de ser ningún partido el abanderado de las propuestas.