Es más, todo esto debería complementarse con un mapa de exenciones fiscales y diferencias en materio de tributos, así como otros incentivos que existen para las empresas constituidas y para las de nueva implantación.
Aquí parece que nunca nadie se queja de todos estos agravios comparativos.
Por cierto, ahora que está tan de moda el tem,a del boicot a los productos catalanes (¿por el IVA?), me gustaría recordar que en este país existen inexplicablemente a día de hoy comunidades como Canarias que no aportan ni un sólo euro de IVA en los productos consumidos finalmente.
Mientras el resto de peninsulares deben contribuir con un 16% en una buena parte de los productos que consumen.