Es que los defensores de la recentralización quieren un modelo regional tipo francés, donde existen parlamentos regionales, pero más vacíos de competencias que los de aquí. Madrid no lo conciben como ente autónomo, sino como ventanilla/sucursal prolongadora del poder central.

Yo estaría a favor de esa confluencia si se visibilizara a Castilla en el nombre de la coalición y al castellanismo en el programa. Y pediría libertad de voto para los electos castellanistas en determinados temas. Sin esas condiciones, la viabilidad del castellanismo peligraría.

De todos modos, me parece hacer castillos en el aire. Una coalición exclusivamente con IU no garantizaría puestos de salida para el castellanismo, y otra con Podemos, menos aún, como ya se ha visto en la experiencia de IzCa en las confluencias.

Maticemos algunos datos. Cuando comienza el Estado de las Autonomías, Cantabria tenía ya más de medio millón de habitantes y Soria cien mil pelados y envejecidos. Cantabria era la 6ª provincia en PIB por habitante y ahora es la veintitantas, ha ganado bastante población hasta situarse cerca de los 600.000, pero a costa de una desindustrialización bastante grande. El trabajo industrial y la ganadería, ha sido sustituidos en buena parte por empleo precario vinculado al turismo, como en la mayor parte de la Península. Evidentemente, en el páramo soriano es más complicado que en la costa atraer un turismo masivo.

¿Ventajas de la uniprovincialidad? Para mí se ven sobre todo en las infraestructuras terrestres. La red de carreteras es buena comparativamente con la mayoría de las provincias de la Meseta, claro que hay que tener en cuenta un dato: Cantabria tiene 5.000 km cuadrados frente a provincias como Burgos, que tiene más de 14.000 y es la provincia con más localidades de España, con lo cual tiene que gastarse mucho más en unirlas todas y además tiene menos población y más dispersa.

La Asociación Cantabria en Castilla (ACECA) fue fundada por Jesús Laínz, que lideraba el sector de la UCD de la entonces provincia de Santander favorable a que Cantabria formara parte de Castilla y León. ACECA surgió cuando en 1979 la mayoría de los municipios cántabros votó a favor de iniciar el proceso para constituir una autonomía uniprovincial.

Esta asociación decía contar con 10.000 socios y presionó para que en el Estatuto de Autonomía de Cantabria se incluyera una cláusula que estipulase la posibilidad de que Cantabria se integrase en una "comunidad vecina" (en referencia a Castilla y León). Dicha cláusula se eliminó en 1998.

Es cierto que Trevijano defendió en su día la democracia y la república como forma de gobierno y que es un experto en ciencia política, pero con el modelo centralista jacobino de tipo francés que defendía para España Castilla sencillamente ni existiría. Él era un hipernacionalista español que como mucho aceptaba conceder algo de autonomía a Cataluña y el País Vasco. A Castilla le reservaba el papel de desaparecer subsumida en el proyecto gran nacional español.

La opinión de los leoneses acerca de su relación con Castilla es muy volátil, y no es raro encontrar en casi todo el mundo una opinión cambiante de un sentido a otro, incluso varias veces a lo largo de su vida. Esta volatilidad es más acentuada que en otros territorios donde se dan este tipo de disyuntivas, como Navarra en relación al País Vasco o Valencia en relación con Cataluña.

El XXX Homenaje a los Comuneros contó con la intervención de Fernando Ortiz, del Nuevo Mester.


https://www.youtube.com/watch?v=i2F1kSUEH1o

Es muy positivo que en un pueblo del tamaño de Tordesillas haya 30 personas interesadas en un debate sobre castellanismo. Y es una alegría ver a gente de este foro implicada en esos debates.  

Muy interesante, no tenía la menor noticia de ello.
Es significativo comparar la evolución tan desigual de las cifras de población de algunas provincias en 1971 y en 2017 (Zamora por ejemplo pierde la friolera de 80.000 habitantes, mientras que Cantabria o Valladolid ganan 100.000).

Veamos las opciones que se me presentan:

El españolismo corrupto de derechas del PP de neoliberales como Levy y xenófobos como Albiol. Seducción política cero para mi forma de pensar.

Españolismo de Ciudadanos que compite con el PP a ver quién es más capitalista y anticatalanista.

Federalismo del PSC más restos de Unió. Iceta dice cosas muy bonitas (federalismo, más autonomía, políticas sociales), pero teniendo en cuenta que está alineado con el PSOE que apoya el 155 y se abstiene en la investidura de Rajoy, resulta muy poco creíble.

JxCat. Independentismo sin nada más que ofrecer detrás del que se ocultan los restos del régimen pujolista. No me convence.

CeC. Puedo estar cercano a ellos en el eje nacional (autodeterminismo-soberanismo buscando vías legales), pero me parecen demasiado escorados a la izquierda para mi gusto.

CUP. Mezcla de herederos de Terra Lliure, okupas y milicianos de la FAI del 36. Les reconozco el mérito de ser consecuentes con lo que piensan y valoro su oposición a la perpetuación en cargos políticos, pero su programa económico y social directamente me horroriza.

Me queda Esquerra+Demócrates de Catalunya (escindidos de Unió). Candidatura transversal en lo social, defensora del independentismo pactado o unilateral según las circunstancias. Junqueras no me produce especial entusiasmo, pero tampoco rechazo. Rovira da la sensación de rigidez en sus planteamientos y no parece sólida intelectualmente para el cargo de relevancia que tiene.

Tengo claro a quiénes no votaría: PP, Cs y CUP. Creo que la única salida al atolladero catalán podría pasar por un acuerdo entre el resto del espectro político, o al menos entre JxCat, ERC y CeC, o PSC, ERC y CeC, aunque por desgracia para mí es probable que no den las mayorías o que no se pongan de acuerdo entre ellos y la situación se enquiste aún más.

Sin ser independentista convencido, probablemente me decantaría por el voto a ERC, para frenar la triple alianza Cs-PSC-PP y porque a simple vista es la candidatura que menos rechazo puede producirme de las que se presentan.