http://www.elmundo.es/especiales/2008/05/ciencia/sonido_naturaleza/sonidos_06_02_2009.htmlOs dejo este enlace en el que viene un pequeño relato del mejor escritor castellano vivo y uno de los mejores del mundo. Está en mi pueblo, en un lugar antaño espectacular y hoy moribundo, que sigue los pasos de sus padres
Los ojos del guadiana muertos hace ya más de 20 años.
La hsitoria de la muerte de mi tierra es la historia de unos terratenientes ávidos de quitarle tierras al río para poder sembrar hasta
el mismo cauce (hasta la madre, se le llama). El río, por la poquísima pendiente del terreno, se sale de madre e inunda tierras
buscando una salida que no encuentra sino después de mucha paciencia y recorrer KMs a una velocidad inapreciable. Con estas
inundaciones el agua se filtra al acuífero 23 y este explota-ba por su salida natural que es-eran los ojos del Guadiana. A estos
señoritos no se les ocurrió otra cosa que desecar las orillas con la pérdida de la aportación fluvial para el acuífero. Además se produce la autocombustión de las turbas que son enormes masas de materia orgánica que hasta ese momento permanecían sumergidas desde miles de años atrás.
Pero aquí, como en casi todo, no hay un solo culpable.
Culpables también son unos pequeños agricultores (muy comunes en La mancha. Se tiene la impresión que en La MAncha predomina el latifundio cuando no es así. Fue la eterna confusión Provincia de ciudad real-La mancha la que provocó esto al ser muy comunes en el resto de zonas de CR el latifundio) unos pequeños agricultores digo, empobrecidos por el secano implacable y que vieron
en el mar que inunda el subsuelo de la Mnacha una salida para una vida digna. Con ellos empezaron los pozos legales, ilegales y alegales que llevaron el agua que antes manaba de la superficie a 30 metros por debajo de ella.
Culpables somos los que cuando vimos como los agricultores tenían dinero y se lo gastaban en nuestras tiendas miramos a otro lado. Cuando vimos que nuestros pueblos cobraban vida, que nuestros jóvenes no tenían que emigrar pensamos en las penalidades que nos contaban nuestros abuelos y miramos a otro lado.
Culpables son nuestras clases dirigentes por no dar otra salida a la vida. Culpables somos toda La mancha por no hacer que nuestros dirigentes regularan el uso de nuestros recursos para no dejar una tierra muerta.
Recuerdo cuando paseaba con mis padres por los ojos y no me daba cuenta de lo importante que sería para mí años después volver a ver ese paisaje encharcado y vivo. Era muy pequeño pero todavía tengo el recuerdo del agua en un horizonte hoy invadido por las gigantescas máquinas de aspersión. Recuerdo ir en barca por las tablas con mis abuelos.
Demasiada gente muerta en estos recuerdos.
Saludos y a visitar las tablas esta primavera que van a explotar