Emilio Gancedo uno de los redactores del diario de León, tiene vetadas las opiniones de los grupos o personas castellanistas.
En varias ocasiones le he remitido diversos escritos cumpliendo con los requisitos de respeto, espacio e identificación que exige este periódico. Jamás me han publicado nada. Soy de Salamanca y por una amistad he podido conocer que la sección de cartas de este periódico, está digamos "supervisada", según que temas se traten, por Emilio Gancedo columnista habitual del mismo. Ya les he dejado una queja pero sinceramente no tengo muchas esperanzas de su resultado. Como quiera que esta gente no tiene ni el más mínimo escrúpulo democrático os dejo el cuerpo del escrito que les remití:
JULIO LLAMAZARES y SALAMANCA
Hace unos pocos días en un medio escrito de ámbito estatal apareció en su sección de cartas al director una reseña inverosímil suscrita por Julio Llamazares. En la citada carta el autor de Luna de Lobos hacía alguna lamentable (lamentable por lo que a Salamanca se refiere) digresión sobre los habitantes del “antiguo reino de León". Después de habeme frotado los ojos varias veces, la absurda misiva seguía allí, con sus descabellados argumentos y sus antidemocráticas exigencias. Naturalmente el sr. Llamazares puede tener opinión sobre lo divino y lo humano, pero esta vez –y ya no es la primera- se ha pasado. Para justificar el desvarío, comete otro del mismo calibre que deja bien a las claras la endeblez argumental del escritor de Vegamián “llamar castellanos a los salmantinos es como llamar leoneses a los de Valladolid”. Seguramente desconoce el sr. Llamazares que hay zonas de la provincia de Salamanca, como por ejemplo Béjar, que jamás pertenecieron al Reino de León y posiblemente desconozca también que la ciudad de Valladolid fue fundada por monarcas leoneses. Como el desatino es considerable y el argumento empleado para su defensa, falso, sólo se puede justificar el mismo como un desahogo personal o quizá dentro de poco lo veamos convertido en candidato estrella del chusco grupo al que defiende.
Obviamente el sr. Llamazares a la vista de la exigua venta de sus últimas novelas ha decidido postularse políticamente, perfecto. Lo que es inadmisible desde un punto de vista estrictamente democrático es que un personaje, sin vinculación especial con Salamanca, y sin grandes conocimientos sobre la historia local, se permita el lujo de recomendar a los medios nacionales que no se llame castellanos a los de Salamanca. No sé muy bien quien le ha otorgado a usted el papel de defensor de la identidad de Salamanca, aunque sí tengo muy claro que usted no es salmantino, no es un cargo electo por la provincia de Salamanca, y ni siquiera es usted un escritor reconocido y reconocible en la misma. Le falta a usted mucho para ser Delibes o Martín Gaite. Dudo que quien ha optado por el disparate pueda recuperar la razón, en todo caso le recomiendo a usted, más visitas a la capital charra y su provincia, más lectura y menos astracanadas en la prensa nacional.
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