Durán i Lleida....¿Nacionalista?Muchas voces se han alzado estos días contra las declaraciones de Josep Antoni Durán i Lleida en las que afirmaba que el dinero de los catalanes se va en pagarles la mañana a los Andaluces que se tiran todo el día en el bar.
Sin embargo, no he encontrado aún ninguna voz de éstas que explique el porqué de las mismas. ¿Es una cuestión personal? , ¿Durán y Lleida es un racista? ¿Ha sido presa de un calentón?....El silencio sobre las causas de este tipo de declaraciones parece dar a entender que las causas están claras para tod@s.
Se sobreentiende, que al ser Durán y Lleida un político “nacionalista”, es lógico que su discurso lleve aparejadas altas dosis de chovinismo, separatismo, xenofobia, superioridad étnica, etc…argumentos repetidos hasta la saciedad por medios profundamente afines al nacionalismo español y por una parte de la llamada “izquierda española” cuyo análisis de los fenómenos de opresión se circunscribe casi por completo a la cuestión de la clase social. (Durante años negaron la dominación de género que hoy aceptan a regañadientes, y aún consideran las cuestiones nacionales como algo pequeñoburgués)
Es oportuno recordar en este sentido que al nacionalismo de corte burgués, liberal o capitalista (como se desee) de CIU en Cataluña (o del PNV en Euskal Herria), se opone también un nacionalismo revolucionario y anticapitalista que ha levantado una y otra vez (sin el mismo eco mediático, claro está) la proclama de “Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases”, buscando unir (desde la reivindicación de la propia identidad política, cultural, económica, etc…) las luchas de l@s oprimid@s en todas partes frente al poder establecido.
Esta otra forma de nacionalismo, o de soberanismo si se quiere, ha desplegado lazos de solidaridad internacionalista práctica, concreta y útil dentro y fuera de Europa con numerosas organizaciones y causas de los pueblos y trabajadores del mundo, destacando la labor realizada en palestina, latino América, Irlanda,etc… se me vienen de pronto los ejemplos de XEP en Cataluña o Askapena en el país vasco.
Evidentemente el de CIU, representante de la burguesía catalana, busca darle la vuelta al viejo lema y pretende que no haya “Ni guerra entre clases, ni paz entre pueblos”. Desviando el conflicto social que están generando en Cataluña los saqueos de las arcas públicas que están llevando las clases dominantes mediante las políticas de CIU.
Recordemos, Recorte del gasto sanitario del 10 al 20% (Cierre de Hospitales, ambulatorios, aumento en las listas de espera para operarse, etc….), eliminación del impuesto de patrimonio de las grandes fortunas, aumento brutal de la precariedad y la exclusión social que arroja titulares como el que sigue : “El hambre en Cataluña se triplica y afecta ya a 1.500.000 ciudadan@s):
http://www.20minutos.es/noticia/1158907/0/hambre/cataluna/ciudadanos/El inquilino del Palace, (no lo escribo de coña, vive en el Palace.), pretende arañar unos pocos votos a las formaciones que tienen una base social más racista en Cataluña como Pxc o el PP, y de paso ofrecer algo parecido a una explicación del tremendo castigo que están recibiendo las clases populares catalanas endilgándoselo al vaguerío Andaluz. Olvida deliberadamente el mandado de la patronal catalana metido a político, el aporte incuestionable de miles y miles de trabajadores andaluces a las arcas de la oligarquía mediante su explotación en cataluña o el drama de la destrucción de la agricultura y la ganadería originado por políticas europeas que él mismo ha apoyado y que tienen ahora a agricultores y ganaderos dependiendo de los graciosos subsidios.
Veremos en el futuro, argumentos similares cuando el incendio de Cataluña se extienda al resto del estado tras las elecciones.
Esta forma de operar ha llegado a llevarse mucho más lejos a lo largo de la historia.
Las industrias armamentísticas, textiles y siderúrgicas en las grandes guerras ya invirtieron en medios de comunicación y en políticos desde los que exaltar los sentimientos más chovinistas y el nacionalismo más rancio y burgués, atizando a l@s trabajadores de un país contra los del otro. Mientras, ell@s, seguían haciendo negocio gracias a guerras con millones de muertos que prolongaron conscientemente para aumentar sus beneficios.
Quienes entendemos el nacionalismo como una forma de defensa de las particularidades, la diversidad y la riqueza de los pueblos. Como el reconocimiento de éstos a existir, a autoorganizarse de forma soberana en base al respeto de los derechos humanos, la justicia social, la libertad y la igualdad de oportunidades y derechos para todas las personas y a establecer libremente la forma en que se relacionan con el resto de pueblos, denunciamos esta estrategia y nos oponemos frontalmente a ella.
Cuando buscamos responsables de nuestra situación no miramos a quienes como nosotr@s sólo pueden vivir de su trabajo, sino a quienes, como usted, viven del trabajo de los demás.
Dudamos incluso, que se pueda llamar nacionalista a una formación, CIU, que no busca en absoluto el desarrollo de su propio pueblo, sino la explotación de la mayoría trabajadora de éste para beneficio de la casta parasitaria a la que pertenece Durán i Lleida. Una formación que no duda en dar su apoyo al nacionalismo español del PP o del PSOE en función de las prebendas que éstos le den, de que siempre haya una parte del negocio para él y los suyos. Que fomenta si, la defensa de algunos rasgos identitarios, pero no para cohesionar al pueblo frente a sus enemigos sino para separar a éste del resto de trabajadores de su clase y tener con que negociar ante la burguesía española.
El señor Durán i Lleida es un miserable si, pero no por nacionalista, si no por
todo lo contrario, la burguesía traiciona siempre primero a su propio pueblo.
http://subelaguardia.blogspot.com/