El detonante es una estúpida cuestón de banderas, pero detrás hay un importante conflicto nacional, ideológico y religioso siempre latente. Solo hay que ver que los dos principales partidos de Irlanda del Norte son el DUP y el Sinn Fein, o que a nivel religioso hay casi una división entre protestantes y católicos del 50%.
La estupidez desborda a unos y a otros. Es acojonante que haya partes de Europa hoy día con este tipo de historias, como si estuviéramos en la época de Felipito II y esos mamarrachos.
Que miren a Alemania, la mitad son protestantes y la mitad católicos y no pasa nada.