Evidentemente, sólo puse los explícitos o los que tienen al castellanismo por bandera entre sus principales idearios.
Sé de sobra, no hay más que ver los foreros que hay por aquí, del castellanismo en el movimiento libertario aunque no es su principal baza ideológica.
Y, como bien dice sizo, seguro que hay muchos votantes que se sienten castellanistas y son conscientes de lo que conlleva. Lo que hay que impregnar es a los partidos políticos de ese castellanismo que sí existe en otros lugares, como Cataluña o Andalucía, quienes no han dudado tirar de andalucismo en estos últimos días de campaña electoral hasta las elecciones andaluzas de ayer.
Que sólo el MPC (IzCa, Yesca, etc.), el PCAS, la CNT, la CGT y alguna más lo lleven sui generis, denota el ostracismo al que está condenado el pueblo castellano, actualmente.
El problema que existe en Castilla respecto a Andalucía o incluso Cataluña es que de alguna forma sus actuales fronteras tienen mucho que ver con aquellas del ideal "nacionalista". A Andalucía poco le influyó la división autonómica (¿os imagináis que aquello de Andalucía Oriental y Andalucía Occidental hubiera salido adelante?, era algo tan descabellado como lo que pasó precisamente en Castilla). ¿A qué lleva esto? A que si el PP y PSOE de CLM defendieron en su momento esta autonomía, con unos símbolos propios (el Quijote, los molinos, etc.), sea lógico que ahora la mantengan. Es lo que ha hecho Bono durante años, ser el más castellano-manchegos de todos, pero eso conllevaba por ejemplo a que renunciara de Madrid como un territorio en común.
¿Problema actual? Creo que las opciones castellanistas políticas, tanto IzCa como el PCAS-TC, no saben aún como encajar esto. El Partido Andalucista se presenta a la Junta con un programa adalucista real. El BNG se presenta a la Xunta con un programa galleguista real. La Chunta se presenta al Gobierno de Aragón con un programa aragonesista real. El PCAS, por ejemplo, no puede presentarse a la Junta de CLM con un programa castellanista real. El PCAS no podría nunca desde la Junta de CLM desarrollar políticas castellanistas íntegras, si acaso un acercamiento al resto de comunidades castellanas, pero nada más, porque la política castellanista real pasaría por una reforma de las autonomías que debe tratarse en las Cortes Generales. Por lo tanto el castellanismo no ha decidido aún de manera clara y estratégica si asumir las actuales autonomías, aceptarlas como realidad social-política y utilizarlas como herramientas de presión o tragar con ellas para las elecciones pero seguir proponiendo medidas y organismos castellanos complejos y unitarios que a día de hoy serían muy difícil de desarrollar en unas comunidades que podrían llegar incluso a estar gobernadas por opciones políticas de muy diferente color.