Teruel es la provincia que más población ha perdido en España en el último siglo
El último censo registra 115.000 personas menos que el de 1900. La provincia de Huesca es la que más municipios ha perdido. Zaragoza es la capital que más ha crecido en los últimos 20 años.
JESÚS MORALES. Madrid | Zaragoza capital gana pero las provincias de Huesca, Teruel y el resto del territorio zaragozano pierde. Éste es el duro balance que se extrae sobre Aragón del estudio de los censos desde 1900 a 2001 que ayer presentó la fundación BBVA. El informe tiene la novedad de que, por primera vez, se han informatizado todos los censos elaborados desde 1900 y se han puesto en comparación la situación de todas las provincias españolas.
El caso más destacado en Aragón es el de Teruel. Es la única provincia de España que ha perdido casi el 50 por ciento de su población al pasar de 251.994 habitantes en 1900 a 135.858 en 2001 (sólo Soria se le acerca en la magnitud de la pérdida). Además, tiene el agravante de que el descenso ha sido constante desde 1910 (año en el que consiguió su máximo de población, con 265.900 habitantes). Desde entonces, ha ido perdiendo población cada década, sin repuntar en ningún momento.
Junto a Teruel, está también Huesca. El descenso también ha sido notable, pero no llega a los niveles de la primera. En total, son diez las provincias que bajan en población en toda España. Además de las dos aragonesas, están en esta triste lista Ávila, Cuenca, Lugo, Orense, Palencia, Segovia, Soria y Zamora.
Sin fondos europeos
Estos datos muestran además que Teruel y Huesca son las únicas que perdían habitantes de forma constante y que han estado excluidas desde el inicio de los fondos estructurales de la Unión Europea y del Fondo de Compensación Interterritorial que reparte el Gobierno central. Una iniciativa aragonesa intenta corregir esta desigualdad de trato, pero permanece bloqueada en el Senado desde hace más de un año.
Precisamente, según señalaron ayer los autores del estudio, la presencia de fondos europeos es uno de los aspectos que en la década de los 80 y 90 frenaron la despoblación de los otros territorios.
En cuanto a la provincia de Zaragoza, dobla población. Eso sí, de una forma no especialmente equilibrada. Si entre 1900 y 2001 toda la provincia ganó 440.632 habitantes, el incremento de Zaragoza ciudad en ese periodo fue de 514.000 habitantes. Es decir, que no sólo ha capitalizado la nueva población que ha ido llegando sino que, además, ha robado al resto de la provincia una cifra porcentual muy considerable.
La primera de las capitales
Esta poderío de Zaragoza ciudad se comprueba también en la estadística nacional. Es la quinta que más población ha ganado en los últimos cien años. Pero si la comparativa la empezamos en 1981, se convierte en la capital de provincia peninsular que más incremento de habitantes ha tenido: 43.050 más desde el censo de la década de los 80. Eso sí, es la primera capital porque en el resto de grandes ciudades la población se ha ido trasladando al entorno. Por ejemplo, buena parte del crecimiento que iba para Madrid ha acabado en dos ciudades satélite (Fuenlabrada y Las Rozas).
De hecho, el informe alerta de que Zaragoza es, junto a Valladolid, la única capital "que sigue ampliando las diferencias" dentro de la provincia. En el resto de España parece que sí se ha conseguido estabilizar la relación entre la capital y el resto de la provincia.
Por otra parte, la reducción del número de municipios que hay en Huesca se debe a que, debido a la paulatina pérdida de población de muchas localidades, se han ido abandonando o integrando directamente en otros pueblos. Por ejemplo, Graus ha absorbido desde 1930 siete términos ya extinguidos como tales, como por ejemplo Benavente o Barahona.
En la particular estadística de pérdida de municipios, Huesca está acompañada por Soria y por Álava. Sin embargo, sus circunstancias son completamente diferentes.
Las dos primeras pierden población y lo que se ha hecho desde el censo de 1930 es quitar pueblos que ya no estaban habitados y agrupar administrativamente los que estaban cada vez más despoblados. Sin embargo, Álava, también con menos localidades, ha triplicado su población. En este caso, es precisamente el crecimiento de las ciudades lo que ha ido juntando lindes y fusionando términos municipales. Otro caso parecido al de Ávila es el de la Comunidad de Madrid, donde el crecimiento de las ciudades ha absorbido a otras menores.
Densidad e inmigración
Los cambios de población desde el primero al último censo realizado por el Estado vuelven a confirmar que Aragón tiene una seria tendencia a la despoblación de buena parte de su territorio, como muestra el gráfico.
En el caso de España, se ve también un fenómeno similar, aunque menos acentuado. El interior se va despoblando poco a poco, con un gran foco que es Madrid como excepción y otros menores que en realidad representan en buena parte a las capitales de las Comunidades Autónomas. Sin embargo, mientras el interior salvo excepciones se vacía, la costa aumenta su población. Junto al fenómeno de la cercanía con el mar, las cuencas del Ebro y del Guadalquivir son los otros dos grandes focos sobre los que se fija población.
Los datos que analiza el estudio alcanzan al último censo, que se hizo en 2001. La llegada desde entonces de la inmigración ha cambiado los datos, aunque no sustancialmente la situación general, ya que la mayoría se ha situado en torno a las grandes ciudades.
http://www.heraldo.es/heraldo.html?noticia=167393