Ahà va mi crónica del acto.
Cerca de 100 personas asistieron a la entrega del Premio Castellano Ejemplar 2006 a Luis López Ãlvarez en el hotel Felipe IV de la capital vallisoletana.
Tras unas breves palabras de Santiago RodrÃguez, de TC Valladolid, agradeciendo la asistencia al público, Luis Marcos glosó extensamente la figura del poeta berciano.
Marcos comenzó destacando la pervicencia de los ideales comuneros, aparentemente derrotados para siempre en las eras de Villalar en 1521, pero revividos en las Sociedades de Amigos del PaÃs y en los ilustrados del siglo XVIII, en figuras como el Empecinado y las sociedades secretas del siglo XIX, en el regionalismo del primer tercio del siglo XX y en el nacionalismo castellano contemporáneo. Presentó al poeta leonés como producto de la continuidad del pensamiento comunero a través de esta serie de eslabones en cadena.
Después de detallar los principales hechos biográficos de López Ãlvarez, clamó contra los "intelectuales paniaguados" que durante estos últimos años han renunciado al compromiso con Castilla y el castellanismo a cambio del acceso a "las migajas que caen de la mesa del poder".
Además, el Secretario General de TC reivindicó la trayectoria del autor del Poema Los Comuneros, su honestidad intelectual, su humildad, su compromiso ético, social y polÃtico en su lucha contra el colonialismo en Ãfrica, su postura en pro de una Europa de los pueblos, su gran contribución al castellanismo gracias al Poema "Los Comuneros", que se popularizó en las concentraciones de Villalar de los Comuneros , y destacó que este compromiso de López Ãlvarez con el castellanismo le llevó a encabezar la canditatura a la Presidencia de la Junta de Castilla y León por TC-PNC en 1995.
Luis Marcos terminó su alocución animando al homenajeado, en nombre de las jóvenes generaciones de internautas castellanos, a plasmar sus vivencias y reflexiones en un libro de memorias.
Tras esto, tomó la palabra Luis López Ãlvarez. Comenzó agradeciendo el homenaje y el premio, para decir, en un gesto de humildad, que él simplemente habÃa intentado ser un buen castellano durante toda su vida, pero que lo de ejemplar le parecÃa un tanto desmesurado.
Continuó desgranando detalles de su periplo vital, que le llevó por diversas vicisitudes familiares, a residir y a visitar lugares variados de ambas mesetas (El Bierzo, Palencia, Valladolid, Torrelaguna...) durante su infancia y juventud.
Comentó cómo fue en el Instituto Zorrilla de Valladolid, a mediados de los 40, donde comenzó a tomar conciencia castellanista, gracias a Narciso Alonso Cortés, destacado regionalista de los años 30 que consiguió eludir las represalias polÃticas de la época y que fue profesor de López Ãlvarez.
En aquella época, se introdujo en los cÃrculos poéticos y literarios de la ciudad del Pisuerga.
Y fue en ParÃs donde se forjó su espÃritu internacionalista, federalista y castellanista al mismo tiempo. Relató su militancia activa en el movimiento federal europeo, y sus contactos con personalidades destacadas de la oposición al franquismo, como Rodolfo Llopis o José Antonio Aguirre, que le hicieron convencerse de la necesidad del federalismo como forma de organización del Estado.
Por último, criticó la forma poco participativa en la que se hizo la Constitución española de 1978, haciendo hincapié en la redacción chapucera del TÃtulo VIII, que propició la consumación de la división de Castilla y la configuración de un modelo autonómico basado en la provisionalidad constante, la falta de estabilidad, la proliferación de autonomÃas innecesarias y las desigualdades entre las distintas comunidades.
Después de la intervención de Luis López Ãlvarez, se le hizo entrega de la distinción de Castellano Ejemplar 2006, en medio de un caluroso aplauso de toda la sala, puesta en pie para homenajearle.
El acto de homenaje terminó, como no podÃa ser de otra manera, entonando el Canto de Esperanza.

