Yo he sido agraciado con varios panfletos suyos y no tiene desperdicio.
En uno propugnaba la creación de tarjetas individuales de disfrute sexual para que las mujeres no puedan especular de manera capitalista con sus encantos.
En otro se quejaba de haber sufrido un intento de asesinato por parte de su dentista, que en realidad era un sicario boliviano de Fidel Castro.
Y así una tras otra, siempre con el mismo lenguage marxistizado.
La verdad es que cada vez que me da algun panfleto, a veces al grito de "¡Seguimos avanzando!" me falta tiempo para leerla. Es autenticamente inenarrable.