A Menavalle.
En la danza tribal que nos está dando a todos por "el cambio" desde el fatídico domingo 27, me parece que hay bastantes ideas, pero también bastante confusión, por lo menos para mí.
Sé que de una o de otra manera has ido exponiendo en bastantes de los hilos tus reflexiones, pero ¿podrías concretar lo que a tu juicio debe hacer TC en su proceso de renovación, reestructuración, refundación...o como quiera que lo llamemos?.
Gracias salado; prometo contestar.
Me encanta que me hagas esa pregunta amigo! (perdón por el tópico):
Bien, veamos: en primer lugar y para disipar la confusión: puede crear confusión el que diga que considero viables y plausibles varias vías diferentes para el cambio que necesitamos, pero eso es secundario: lo primario es la pregunta CAMBIO SI/CAMBIO NO. Para mí, y para cualquiera que mínimamente lea los resultados electorales y de afeccíón a nuestro mensaje a nivel de calle, interiorizará que es necesario un cambio, y radical, en algún sentido (algún sentido razonable, claro está). Considero movimiento necesario el optar por nuevas vías, unas me pueden gustar más o menos personalmente, pero mientras impliquen eso, movimiento, adaptación, acción-reacción, escuchar el sentir del electorado y por ende de la sociedad, me gustarán, en mayor o menor medida, pero me gustarán.
Una vez dicho esto y concretando un poco más, para no aburrir me permites que me ciña a los 4 temas que se han colocado en el foro acerca de cambio/reestructuracion/refundacion de TC:
1) Cambio de nombre: es condición necesaria pero no suficiente. Es decir, evidentemente es un tema de secundaria importancia, pero que es condición previa sine ae quie non para empezar a redefinirnos, saltar quemazones, y empezar a cambiar nuestra singladura y la forma en que la sociedad en general nos tiene que ver. Mis opiniones al respecto te son conocidas Torrelobatón y creo que razonadas hasta la saciedad y reconozco que hasta la pesadez en ocasiones.
Para mí, lo ideal, refundación como si fuera un partido nuevo, o, si no es posible, la idea de crear un nuevo bloque donde integrar a TC (la hipótesis que se habarajado del Bloque Castellano en otros hilos).
2) Logotipo: me inhibo bastante de eso porque lo único que se necesita es que represente el nombre y la nueva vía a tomar. Cualquiera de los, por cierto excelente diseños, de los foreros que los están haciendo estaría bien. Para mí, tema ya no secundario sino terciario, pero importante también, por qué no, pero en su justa medida.
3) Pactos/fusiones/alianzas: Pocas veces funcionan, como nosotros necesitaríamos. Casos aislados como los PNV/EA, y entre partidos grandecitos. Entre partidos pequeños, 1% + 1% no es un 2%, normalmente suele seguir siendo un 1 o 1,1%. A cambio, has perdido tu hecho diferencial. Véase ejemplo, y eso que son partidos representativos: IU-Aralar. Su coalición no arroja el mismo apoyo sumado que tenían por separado, y mucho menos las perspectivas de crecimiento que en ambos eran bastante halagüeñas con los datos en la mano.
En el tema pactos me he inclinado, si es por alguno, por CI, y con muchas reservas, por el único dato de que va en progresión ascendente. En general, creo que no es necesario pactar con alguien implantado para llegar con un mensaje de alternativa real a la sociedad, si sabemos hacerlo y canalizar.
4) El más importante, ideología: Yo no tengo ninguna varita mágica ni receta de pócima secreta. Abogo por seguir la senda de los que están triunfando, aunque implique comernos algún que otro sapito, y hacer un poco hasta de demagogia y mensaje facilón. Todos la hacen. No me gusta, pero no puedo pelear con palos y piedras contra escopetas recortadas.
Me parece un ejemplo de sacar petróleo electoral lo que ha hecho el PRC. La UPL (obviando el daño que hace a Castilla) lo está haciendo muy bien y su mensaje es más simple que el mecanismo de un botijo. No me parece que sea pecaminoso/blasfemo fomentar el agravio comparativo con otros pueblos de españa. No me parece que sea incorrecto canalizar la postura de paganini que tiene Castilla ante las reclamaciones de otros, que, os recuerdo, no son nuestros amigos sino amigos de sí mismos, como debieramos ser nosotros.
Me parece muy conveniente adueñarnos del mensaje directo y fácil de los Peña, Santamarta, IDES, Adeiza, CI, porque estos partidos de índole localista/caciquista son los que contienen el voto más móvil y movilizado hacia posturas alternativas, y con mensajes, en la mayoría de los casos, carentes de base y regados de propuestas que no van a poder llevar a cabo. Nosotros podemos hacer lo mismo. Ese voto es fácil de canalizar. Agravio comparativo: ese para mí sería un punto clave a fomentar. Obtener representación a base de estos mensajes fácilmente digeribles por la conservadora e inercial sociedad castellana, y una vez tengamos voz, ir pensando en la filosofía, que es para cuando no hay hambre. Mensaje descentralizador, es un mensaje que comprometería a las provincias "segundonas" el sentir que algo de que "Valladolid se les lleva", les revierte (análogo en Castilla Sur). Incluso ese sentimiento existe al revés en Valladolid, donde se considera que la Junta discrimina a Valladolid. Necesitamos orientar la oreja a las peculiaridades de cada provincia y adaptar el mensaje a cada una de ellas.
Ideológicamente, despojarnos de izquierdas-derechas, o definirnos abiertamente en el centro. Rascando a dos bandas.
Y como dijo otro forero, arrancándole voto al PP para obligar al PSOE a "castellanizarse". El futuro está en el centro, y más teniendo en cuenta el contexto general de bipolaridad-crispación-extremismo que se está fomentando y se fomentará en el PP-SOE; por la izquierda no hay nada que rascar y va en retroceso (razones: el inmovilismo social ante un razonable nivel de vida cómoda). Nada de excursiones por los extremos que sean mal vistas por amplio sector canalizable a un sentimiento castellano, quizás no castellanista, pero al fin y al cabo en potencia de querer defender a su tierra si la siente agredida.
No mojarnos en tema puramente ideológicos (crítica directa a politicas reaccionarias, política internacional, política laboral estatal, filosofía global) , sino en temas que atañan a la realidad castellana palpable por el pueblo llano (campo, inversiones, infraestructuras, deslocalizaciones, atentados ecológicos locales)..
Ah! y una cosa IMPORTANTISIMA que no se me olvide. Evitar los pactos en la medida de lo posible. Apoyos puntuales. No pringarse. No tener responsabilidad de gobierno. Que gobierne otro, y se ponga en juego él, y su gente, y nosotros simplemente a dar el voto o no. Eso es lo inteligente. En Burgos lo hubiera sido, aunque fue lógicamente muy complicado resistirse a articular un gobierno alternativo a dos décadas de rodillo pepero.
En resumen, pragmatismo en estado puro. Y líbreme Dios de adueñarme de esta forma de pensar, que otros, mucho antes que yo, y con mucha más preparación que yo en todos los aspectos, ya lo han mostrado con ahínco y poderosos argumentos, que con el tiempo les han dado la razón. Pero hasta que no ha llegado este momento de catársis parece no haber sido posible ese giro.
Espero, que a pesar de la hora avanzada y del sueño que me invade, haya podido responder medianamente a lo que me pedías Torrelobatón. Un saludo.