Desde el momento en que hay mil muertos sobre la mesa, ya podemos hablar de una cuestión moral, me parece a mí. Lo que quería decir es que la voluntad popular no DEBERÍA tocar las leyes alegremente, respondiendoa un hecho puntual, aunque desde luego el pueblo es soberano y siempre PUEDE hacerlo, pero no creo, insisto , que DEBA.
Y en el caso de que el régimen en el que vivimos todos tenga que se rmodificado, todos tenemos que hablar.
No hablo de que la unidad de España sea una cuestión moral, eres tú el que no me entiendes, sino de si es moralmente aceptable otorgar por parte del Gobierno el permiso para que se celebre un referéndum ILEGAL, con mil muertos sobre la mesa, decenas de miles de represaliados o exiliados, y clima de ausencia d elibertad. A eso me refiero, y por eso pongo el ejemplo griego: las leyes PUEDEN cambiarse por parte deñ pueblo; la cuestión es ¿DEBERÍAN?
Es que creo que entonces no podemos discutir nada, porque yo creo que, tal y como establecen las leyes, el referendum no debe celebrarse, pero en mi intervención más larga yo iba más allá y planteaba varios temas: la duplicidad en las formas de concebir al estado en distintas partes del mismo, alentada por la doblez de los partidos de ámbito estatal; el hecho de que las leyes pueden tapar las manifestaciones externas del problema, pero no atajan el problema mismo y la necesidad de sentar las bases de una concepción del estado más realista y acorde con la naturaleza plurinacional del mismo, todo esto resumiendo bastante... Y también os hacía dos preguntas directas.
Si volvemos al discurso de "como las leyes dicen que no, pues no", no hay mucho que discutir. Porque aunque sea "no" el nacionalismo sigue estando ahí, el independentismo sigue estando ahí y acallar sus manifestaciones externas no cambia nada. Todo esto ya lo dije en mi primera intervención pero seguimos en lo mismo, creo que algunos os escudais en el estado de derecho solo porque las leyes consolidan un status quo que apoyaís. La postura es legítima y desde el punto de vista del funcionamiento del estado es absolutamente correcta, pero politicamente no cambia nada: sigue habiendo nacionalismos secesionistas, sigue habiendo nacionalismos federalistas y piden voz propia y exclusiva, puedes negársela con la ley en la mano pero no los callarás y además intentarlo es llevar el juego a su terreno.
Ibarretxe juega con las cartas marcadas una partida que no puede perder: su discurso, al igual que el de Carod en TVE el otro día es de consumo interno. Con toda la legitimidad del estado de derecho y aunque os tapeis los ojos con la Constitución, esta es la situación a la que os enfrentais:
1- Si Ibarretxe convoca y ejecuta el referendum habrá demostrado que le estado es debil y puede ser superado por la vía de los hechos consumados. Sentado el precedente queda abierta la puerta para futuros referendums vinculantes.
2- Si Ibarretxe es detenido y las FSE intervienen para impedir físicamente el referendum, Ibarretxe se habrá convertido en el gran lider del nacionalismo democrático vasco y mártir represaliado de la causa independentista a ojos de muchísimos vascos.
De todo ello Ibarretxe y el PNV solo puede sacar ventajas políticas.
Supongamos que se celebra:
1- El independentismo no va a ganar ese referendum pero el centralismo e incluso el autonomismo actual lo tiene perdido de antemano. En cualquier caso y sean cuales sean los resultados Ibarretxe lo va a ganar siempre: si sale independencia será el gran lider del proceso, si sale estado libre asociado será el lider del proceso, si no sale nada de eso será el gran garante del derecho a decidir de los vascos.
Supongamos que no se celebra:
1- El Gobierno Vasco seguirá realizando Euskobarómetros para hacer patente en público el desacuerdo de una mayoría de los vascos con el estado actual, Ibarretxe seguirá presentándose como el gran lider (oprimido) del pueblo vasco y garante de su derecho a decidir. El nacionalismo vasco será más fuerte ante su propio electorado (el que democráticamente lo mantiene en el poder), las posturas se radicalizarán un poco más y estaremos un paso más lejos del entendimiento y el nacionalismo vasco un paso más cerca de la independencia.
Y ahora me preguntas si las leyes deben cambiarse.
Si, deben cambiarse, y como dije en mi primera intervención ya va siendo hora de que los partidos de ámbito estatal adapten su discurso a la realidad del estado y no tengan un discurso en Madrid y otro en Bilbao. Ese día podremos opinar todos por igual. Si el PSC (supuesta federación del PSOE) alienta el nacionalismo Catalán en Cataluña y el PSOE-CLM (supuesta federación del PSOE) alienta el nacionalismo español en Castilla-La Mancha hay algo que no me cuadra... ¿que crees que opinaran los catalanes en Cataluña y los castellanos en Castilla-La Mancha?
Cuando un partido tiene tantos modelos de estado como autonomías discrepantes hay en ese estado ¿crees que se puede convocar un referendum serio que afecte al conjunto de ese estado, un estado del que se venden modelos diferentes según el momento y el lugar?
¿No es más lógico adaptar las leyes a la realidad que forzar las situaciones hasta un punto de no retorno?