Estamos tan acostumbrados a utilizar nuestra lengua que no somos conscientes de la enorme singularidad de Castilla, una vieja nación europea sin estado, de poco más de 10 millones habitantes, sin reconocimiento estatal ni internacional, pero que posee una lengua hablada por más de cuatrocientos millones de personas como primera lengua, que es la segunda lengua más estudiada del mundo, después del inglés.
El castellano es uno de nuestros grandes recursos económicos y sociales, para difundir nuestra nación. Además ¡se vende solo!, po eso lo intentar marginar desde una Unión Europea controlada por franceses y alemanes que ven que sus respectivas lenguas cada vez interesan menos.
En un mundo cada vez más globalizado, si fuésemos inteligentes, conseguiríamos que millones de estudiantes de castellano pasasen largas estancias en Alcalá, Madrid, Salamanca, Toledo, Burgos, etc... aprendiendo nuestra lengua (como ocurre con el inglés en Irlanda), obteniendo unos recursos económicos de primera magnitud.
También, si fuésemos inteligentes, no permitiríamos que la mayor industria editorial en castellano del mundo siga estando en Barcelona, la capital de un país que persigue a los castellanohablantes.
Respecto a las otras nacionalidades del Estado con lengua propia, yo creo que lo peor que les puede pasar es que de verdad erradicaran al castellano en sus territorios, pues se convertirían en sociades marginales (a los irlandeses, por mucho que hablen gaélico, nunca se les ocurriría perseguir al inglés, pues les dota de una gran proyección internacional).
Defendamos el castellano