Buenas tardes.
Por partes.
1º.- Porque llegados al punto de la convencionalidad de los designadores, no hay más que participar de una u otra comunidad de significado, sin posibilidad de acuerdo racional alguno. Esto que es un hecho (la inconmensurabilidad de los significados de los designadores) tiene una consecuencia necesaria, a saber, que cuando una de las comunidades es minoritaria y sin posibilidad efectiva de ejercer una presión real sobre la comunidad mayoritaria, suele ocurrir lo que os ha pasado hace poco, aquí en estos mismos foros, cuando haciendo gala de orgullo patrio miope, mandáis una carta a no sé que organismo o institución para que el Español se denomine exclusivamente Castellano, “argumentando” con el pueril y ridículo ejemplo del “Ingles”. Respuesta: no os hacen ni puto caso.
Al final, lo que te decía antes, cuatro gatos en el trastero de casa... y sin uñas... sin uñas, que las uñas son para arañar, buen amigo, y vosotros no llegáis a la caricia.
2º.- En el primer punto (y en mi anterior artículo, también) queda claro a nivel formal, porque no es susceptible de ser rebatido tu “argumento”: simplemente porque no existe.
Ante la convención, sólo queda la participación, no hay posibilidad de discurso racional.
Sin embargo, sí que podemos revisar en qué lugar se encuentra nuestro grado de consenso sobre el tema que nos ocupa. Cito textualmente de mi primera intervención:
”Yo creo que el uso de los dos términos es correcto, pues uno hace referencia al origen genético de la lengua (castellano) y el otro al uso político del mismo”.
Cito ahora un extracto de tu penúltima intervención:
“¿Tienes algo que objetar por tanto a que siendo Español sinónimo de Castellano algunos empleemos el segundo término porque convienen a nuestras ideas políticas?”.
A ver Panadero, si en vez de dedicarte al discurso facilón del que se ha aprendido cuatro cositas como un estudiante imberbe del Corán. y las recita hasta la extenuación, hubieras leído mi primer post, habrías entendido por qué no entro a “rebatir” lo que tú dices.
A la luz de lo expuesto, no hay demasiado que rebatir, ¿no?. Si es que estas cosas son las que pasan cuando uno no lee lo que los demás escriben, o tiene problemas de entendederas...
Por cierto, si además de mantener la fijación freudina que mantenéis con la figura de Savater, conocierais algún filósofo más de este país descubrirías que el ejemplo del registrador de la propiedad es propio de uno de los filósofos vivos más importantes de España.
Claro, Panadero, llamar “registrador de bienes particulares” al registrador de la propiedad, podría estar aceptado, lo que ocurre es que la mayoría de vosotros queréis que sólo se llame al registrador de la propiedad “registrador de bienes particulares” cuando la mayoría y las instituciones le llaman registrador de la propiedad y aceptan también la otra denominación. Ese es el problema.
Donsace, te creía una pizca más inteligente (bueno, miento, cuando vi tu primera respuesta con el “argumento” infantil del Inglés, ya me imaginé con quién me jugaba los cuartos... pero como decías que eras historiador – supongo que será de la saga de Barrio Sésamo, porque visto lo visto, de otra cosa....-).
Yo no he dicho que trabaje en ningún instituto (eso es lo que deducen los historiadores de Barrio Sésamo que son como tú, poco imaginativos).
Esto es apoteósico:
“Cuando España desaparezca ya me contarás en qué te basas para denominar al castellano "español". (tendrás que inventarte una entelequia del tipo "restoespañoliense" o algo por el estilo).”
Decía que eras historiador de Barrio Sésamo, pero después de leer esto, y por la ingenuidad que demuestras, si te dedicas a llevar los cafés a los profesores de Historia del “insti”, ya es bastante.
Después de varios días de discusión no he encontrado en ti como “historiador” ni un dato, ni una fecha, ni una justificación histórica de tus tesis, salvo el ridículo: “si al Inglés no le llamas...”.
He comprobado que hablar contigo es perder el tiempo. Declino mantener el “debate” a tan bajo nivel contigo.
Aquila non capit muscas.
Saludos.
Proteo
ir
Hay personas capaces de expresar conceptos complejos con palabras simples y personas que usan palabras complejas para dar empaque a conceptos simples.
Tu perteneces al segundo grupo, y lo aceptaría sin más, pero te has puesto el listón alto proclamándote doctor en filosofía (como si tal argumento impresionase algo en un foro donde hay licenciados y diplomados a patadas) así que no esperes que me tome en serio este debate, como no me lo he tomado desde el principio, ni te tome en serio a ti, como no te he tomado desde que leí la primera intervención.
Los gatos que jugamos a políticos de cuarta regional en el trastero de nuestra casa podemos decir bobadas, pero al señor doctor filósofo cabe pedirle algo más de nivel.
Mi único interés como moderador de este foro era comprobar si tras el debate existía un inocente y encomiable afán de conocimiento o si simplemente eres un troll culto.
Con mis intervenciones, bastante más agresivas de lo habitual esperaba comprobar algo: has contestado superficialmente a algunas cosas, has eludido las que te ha convenido pero has entrado alegremente al trapo de las descalificaciones que te he tendido ostentosamente con modos nada comunes a mi forma habitual de participar en el foro. En suma ni la profundidad de tus argumentos es propia de un filósofo con cierto nivel (ni mucho menos de un doctor) ni tus intervenciones son estrictamente bienintencionadas.
No tengo mayor interés en seguir con este diálogo para besugos, que no va a ningún lado y ha sido iniciado por un maleducado soberbio que se refiere a los miembros de este foro como "cuatro gatos" y cuyo nivel de debate decae en cuanto se retira la paja y se ataca el fondo de su discurso.
Intervine para sacar conclusiones y ya las tengo. Aunque tal vez vuelva a intervenir si el "doctor" desmiente mi impresión y se muestra como tal.