... donde vida, luz y poder, sean himno y florezcan,
?tendr? fin la ant?fona del alma, su vibrar, su voz...?
[porque previamente entrar? en sus c?rcavas y sanar?, doblegar? la sed del deseo,
y lentamente, abri?ndose al cielo y en estricto silencio,
concentrar?, desplegar? sus fuerzas y observar?]
... y es entonces cuando, desde el centro del pecho y del mundo,
las potencias que emanan prenden y arden,
cuando centellean las letras y brillan las s?labas, gritan los acentos y fulgen las palabras,
y, en su haz de esplendores, las vocales son cumbres de oro;
... y es, es asimismo cuando en siderales c?nclaves cu?nticos o paroxismos c?smicos,
mente y coraz?n construyendo albercas v?vidas,
fuentes siderales vertiendo y entreverando versos de indescriptible e ins?lita belleza,
perlas pur?simas e inaprehensibles,
flu?dicos rub?es y diamantes cual en sustancias o fuegos ?lmicos,
transform?ndose de pronto en lucientes brillos y lenguas c?smicas,
ondas y part?culas po?ticas que llegan y huyen conscientemente hacia otro entorno,
otro siglo y otro don inmortal;
energ?a, pues, emergiendo y expres?ndose en inimaginables llamas vivas
con deslumbrantes pliegues, lumbres ?nticas con dicciones por completo inveros?miles,
cimas divinas, supremas e inalcanzables;
... ay, ay por tanto, esta humilde labor o ser po?tico m?o, cual magma oscuro o denso r?o de piedras,
este exiguo sentir, o?r y mirar sin opci?n a inhalar un tiemblo de los textos sublimes,
ese canto sin m?s abolido del estruendo o bullir que es mi boca;
ay, ay aquel gozo de inefables l?xicos e increada virtud, ay,
y no este hierro que hiende y ahonda en mis toscas brasas sobre un lapsus de nieve;
y ay, por fin, esta utop?a viva cuando el verso es el arte con que habremos de lustrar, a?n,
esta estancia nuestra, nost?lgica y carnal,
- asida, s?, a un Vril de inconmensurable esperanza ?
frente a un ingente e inexpresable l?xico de tan sutil piedad y tan lenta e indeclinable espera.
***
Antonio Justel/Ori?n de Panthoseas
https://oriondepanthosseas.com
***
?tendr? fin la ant?fona del alma, su vibrar, su voz...?
[porque previamente entrar? en sus c?rcavas y sanar?, doblegar? la sed del deseo,
y lentamente, abri?ndose al cielo y en estricto silencio,
concentrar?, desplegar? sus fuerzas y observar?]
... y es entonces cuando, desde el centro del pecho y del mundo,
las potencias que emanan prenden y arden,
cuando centellean las letras y brillan las s?labas, gritan los acentos y fulgen las palabras,
y, en su haz de esplendores, las vocales son cumbres de oro;
... y es, es asimismo cuando en siderales c?nclaves cu?nticos o paroxismos c?smicos,
mente y coraz?n construyendo albercas v?vidas,
fuentes siderales vertiendo y entreverando versos de indescriptible e ins?lita belleza,
perlas pur?simas e inaprehensibles,
flu?dicos rub?es y diamantes cual en sustancias o fuegos ?lmicos,
transform?ndose de pronto en lucientes brillos y lenguas c?smicas,
ondas y part?culas po?ticas que llegan y huyen conscientemente hacia otro entorno,
otro siglo y otro don inmortal;
energ?a, pues, emergiendo y expres?ndose en inimaginables llamas vivas
con deslumbrantes pliegues, lumbres ?nticas con dicciones por completo inveros?miles,
cimas divinas, supremas e inalcanzables;
... ay, ay por tanto, esta humilde labor o ser po?tico m?o, cual magma oscuro o denso r?o de piedras,
este exiguo sentir, o?r y mirar sin opci?n a inhalar un tiemblo de los textos sublimes,
ese canto sin m?s abolido del estruendo o bullir que es mi boca;
ay, ay aquel gozo de inefables l?xicos e increada virtud, ay,
y no este hierro que hiende y ahonda en mis toscas brasas sobre un lapsus de nieve;
y ay, por fin, esta utop?a viva cuando el verso es el arte con que habremos de lustrar, a?n,
esta estancia nuestra, nost?lgica y carnal,
- asida, s?, a un Vril de inconmensurable esperanza ?
frente a un ingente e inexpresable l?xico de tan sutil piedad y tan lenta e indeclinable espera.
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Antonio Justel/Ori?n de Panthoseas
https://oriondepanthosseas.com
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