Opino que la ciudadanía de León, como la de cualquier territorio castellano debe tener pleno derecho a decidir su futuro político. No me estorban en Castilla, a la que ligan siglos de historia y cultura compartidos, como tampoco tengo inconveniente en su segregación.
Mi principal problema con León es la mediocridad intelectual, victimismo rancio y miseria del leonesismo, que es una verdadera ruina para los propios leoneses. Si abandonasen su injustificado y enfermizo anticastellanismo no solo verían las posibilidades y oportunidades que les otorga una unión castellana (en términos castellanistas, no en los caciquiles patrañosos del sistema actual) sino que podría entablarse un debate sano desde el respeto mutuo que podría desembocar tanto en la unión como en la segregación sin traumas ni provincialismos ridículos.
¿Unión? vale ¿segregación? también. Pero que se dejen de victimismos chorras, de violencia verbal, de tirar basura sobre Valladolid (que maldita culpa tienen sus ciudadanos de que la Junta sea una patraña de gobierno), de abjurar del Castellano (su lengua materna) en favor de un dialecto astur, muy respetable y digno de conservación, pero que hace siglos solo habla una ínfima minoría... Que se dejen de idioteces y los miraré con otros ojos, aunque quisieran ir en solitario, fuera de Castilla, algo a lo que tienen derecho.
Mientras su discurso sea el del puro y mediocre victimismo, el del insulto contra Valladolid, y el de rechazar todo cuanto venga de Castilla porque sí, creo que es imposible ni tomarlos en serio ni debatir nada con un interlocutor tan mediocre como faltón y agresivo. Y opino lo mismo de los hijos cantábricos de Asterix y Obelix: que si quieren un debate serio, lo primero es dejarse de mundos de fantasía.
¿Denominación? Para mi, la correcta es Castilla, a secas. Si incluimos León, ¿por que no el resto de territorios incluidos en la intitulación de los reyes de Castilla? Así puestos lo mismo me valdría Castilla y Toledo o Castilla y Murcia, o Castilla y Sevilla etc... El estado feudal que surge a partir de 1230 es en términos políticos eminentemente castellano. La corona, la legitimidad del ejercicio del poder, derivan de la parte castellana; hubiera podido ser al revés como en otros momentos fue, pero no es el caso. Con la unión desaparecen las cortes de León, fusionadas en las de Castilla y el Reino de León, como otros reinos de la Corona pasará a ser una mera entidad nominal.
Castilla y León discrimina a otros "reinos" de la Corona, que como el de León, eran la mera fosilización de antiguos "estados" sin entidad autónoma al margen de la Corona y de las Cortes de Castilla.
Si a los leoneses no les gusta, pues que vayan por libre, en Castilla nadie es más que nadie ¿no? Pues castellanos todos y en términos particulares, luego cada uno, leonés, riojano o manchego. Castilla por encima y como elemento que nos iguala a todos en derechos y en obligaciones. Castilla... y nada más.
Igualmente por razones históricas la bandera debe ser cuartelada, pues refleja plenamente y esta vez con plena justicia el papel de León en los orígenes de Castilla, aparte de ser enseña histórica de la Corona.

