Adjunto algunas notas de un artículo más extenso obtenido en wikipedia que explica la influencia del vasco en el castellano.
Hay cosas increíbles que desconocía, como por ejemplo, que en la primitiva Castilla del siglo V se hablaba euskera de forma habitual aunque es verdad que lo que hoy entendemos por Castilla no nace hasta el siglo X, o lo que sostiene un profesor de la Universidad de Deusto (Armando Besga) "... hoy está claro que parte del actual País Vasco forma parte de la cuna del español o castellano y no sólo la Álava castellana u occidental. sino también las Encartaciones, como ha demostrado recientemente en una voluminosa tesis doctoral I. Echeverria Isusquiza: «las Encartaciones parecen corresponder, a la llegada de los romanos, a la parte ya indoeuropeizada de la Península, de modo que, lejos de ser éste un espacio castellallizado más o menos recientemente, su lengua romance habría surgido sin interrupción de la evolución linguística de ámbito ya indoeuropeo a la lleqada de los romanos» (Hábeas de toponimia carranzana. Materiales para el estudio del castellano de Vizcaya. Universidad del País Vasco. Bilbao. 1999. pp 16-17). Quizás un motivo más para reinvidicar este territorio dentro de Castilla y que fue unido a Vizcaya en un periodo tardío. Si los vascos reclaman Treviño tal vez debamos reclamarles Las Encartaciones y la zona occidental de Álava.
El SUSTRATO VASCO EN LA LENGUA CASTELLANA
Historia
El estudio de la etimología, origen y evolución de las palabras aporta claras evidencias del contacto e influencia mutua entre las lenguas. Esta influencia se ve también en el caso de la lengua vasca (o euskera). Desde que se produjo el primer contacto con el latín, en torno al siglo II a. C., el euskera y las lenguas romances se han influido mutuamente, de diferentes maneras. Obviamente, la influencia se ha producido sobre todo desde el latín hacia el euskera, pero también existen algunas aportaciones vascas a las lenguas romances (al aragonés, al castellano y al gascón principalmente).
La influencia posible del substrato vasco-aquitano no habría sido antigua, sino que se habría podido prolongar hasta tiempos relativamente tardíos. Cabe considerar que parece confirmada la idea de Coromines de que la lengua vasca tuvo una gran vitalidad y prestigio en la Baja Antigüedad y Alta Edad Media. No en vano, el Reino de Navarra es uno de los protagonistas del inicio de la Reconquista y el Camino de Santiago, en pleno apogeo entonces, recorría precisamente la ruta desde Aquitania a Galicia pasando por el País Vasco.
Por otra parte, María Teresa Echenique considera que siempre hubo un cierto bilingüísmo vasco / romance en la zona de habla euskérica, lo que facilitaría los contactos. Echenique habla de un continuum en los idiomas románicos del norte de España (desde el gallego al catalán) en el que participaría el románico vasco. De hecho, hasta época reciente se documenta en el País Vasco un romance que ha sido calificado de "criollo", en el que se mezclan palabras en castellano y en euskera, incluso cuando los hablantes consideran que están hablando castellano.
El nacimiento del castellano y la influencia del vasco
El castellano es una lengua romance del grupo ibérico, originada en el condado de Castilla, en las actuales provincias de Burgos, Vizcaya y Álava[1] y más tarde reino medieval de Castilla, que incluía aproximadamente la actual provincia de Burgos y las comunidades autónomas del País Vasco, La Rioja y Cantabria, en España, cuyo centro es la zona de La Bureba donde se halla el corredor de la Bureba, paso obligado para acceder a la meseta ibérica desde el norte peninsular, es decir, desde Europa. En esta área se supone que se hablaba euskera habitualmente en el siglo V, cuando se empezó a considerar un "habla" bárbara y el latín como lengua culta y escrita propia de la cristiandad.
El latín era hablado y escrito por las clases cultas, como lengua de Estado transmisora de cultura escrita, mientras que el euskera lo mantenían popularmente en zonas rurales - era solamente un "habla", pues no se manifestaba escrito - y se reforzaba por las repoblaciones con "navarros" durante la Reconquista. Por ello no es extraño que los primeros textos en lengua romance que se conocen, los cartularios de Valpuesta (Burgos) (siglo IX),[2] como en las Glosas Emilianenses, de finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI, que se conservan en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), incluyan nombres personales y frases en euskera.
Algunos préstamos vascos al castellano
Palabras
En época medieval, el euskera tuvo una fuerte influencia en la lengua castellana, que fue perdiendo a partir del s. XV. Así se encuentra en términos de respeto como el personaje del Cantar del Mío Cid 'Minaya Álvar Fáñez' o 'Miecha don Ordonio'; donde Minaya está por 'mi hermano' y Miecha por 'mi padre'. Minaya de eusk. anaia ('hermano') y Miecha de aita ('padre'), término con variantes 'eita', 'ecta', 'echa' en documentos medievales y que es el que da origen a los topónimos con el prefijo 'cha' como 'Chamartín' (vide infra). Es notorio el número de términos vascos en la poesía del riojano Gonzalo de Berceo [1] (s. XIII) como 'azcona' ('lanza'), 'gabe' ('loco', 'privado'; eusk. gabe 'sin'), 'socarrar' , 'zatico'[5] ('mendrugo') o la expresión 'Don Bildur' para mentar al diablo[6] (eusk. beldur 'miedo'). Por otra parte, también se pueden encontrar préstamos en la jerga de los fabricantes de trillos de Cantalejo, Segovia, denominada gacería y en la jerga de los canteros de Pontevedra, fala dos arxinas.
agur: término vasco de despedida procedente del latín augurium.
alud, lurte, derrumbamiento de tierra; euskera 'elur' "nieve", 'lur' "tierra".
angula: cría de la anguila, procedente del latín anguilla.
aquelarre reunión nocturna de brujas: eusk. aker-larra 'prado del macho cabrío' (es decir: 'campo del diablo').
azcona (un arma arrojadiza): eusk. azkon 'dardo'.
cencerro 'campana que se cuelga a la cabeza de los rebaños para saber dónde se encuentran estos', eusk. zinzerri .
chabola: eusk. txabola (del francés del geôle < lat. 'caveola') pasó de indicar la caseta temporal de los pastores vascos en la montaña a referirse a las casuchas en barracón en las que se apiñaban los mineros de Trápaga y Ortuella a principios del siglo XX.
chaparro, eusk. txapar ('chaparro', 'mata de encina' '(hombre) rechoncho'.
charro 'algo recargado de adornos', 'de mal gusto', eusk. txar ('malo')
chatarra, eusk. txatar ('hierro viejo').
chirimbolo: eusk. txirimbol ('una rodaja circular')
chispear, chirimiri: eusk. zirimiri ('lluvia fina')
chistera, eusk. txistera ('cesta pequeña').
cococha: eusk. 'kokotxa' barbilla de la merluza.
gabarra: del euskera 'kabarra' ('barco pequeño y chato destinado a la carga y descarga en los puertos').
gamarra: del euskera 'gamarra'
ganzúa: del euskera 'gantzua'
izquierda: eusk. ezkerr ('izquierdo')
jorguín 'hechicero': eusk. sorgin 'bruja'.
laya (un instrumento agrícola): eusk. lai ('laya')
mochil (joven que ayudaba y llevaba los recados a los campesinos, del que deriva mochila: eusk. mutil ('muchacho') y mothil ('criado')
narria : eusk. narria (un tipo de carretilla)
órdago (expresión del mus): eusk. hor dago ('ahí está').
socarrar: del eusk. su 'fuego' y 'gar' 'llama'.
zamarra (chaqueta de piel con lana) y su variante chamarra: del eusk. zamar ('lana esquilada', 'vellón de lana')
zatico / zatillo ('mendrugo de pan') y zatiquero ('panadero'): eusk. zati 'trozo', 'pedazo'.
zulo : del eusk. "zulo" (agujero). Préstamo reciente.
zurrón: del eusk. zorro ('saco')
También encontramos términos muy específicos vascos, como chacolí (un tipo de vino vasco), chistu (flauta típica vasca), pacharán (un licor navarro) o zorcico (tipo de composición musical vasca en octavas; zortzi 'ocho'); términos que la Real Academia reconoce pero indicando su uso dialectal en el País Vasco (larra, 'prado'), o préstamos muy recientes que incluye el Diccionario de la Real Academia y fácilmente reconocibles como euskéricos, tales como aberzale, aurresku o lendakari.
Otros términos son posibles pero poco claros:
cachorro: existen dos hipótesis, ambas problemáticas para explicar este término. La hipótesis latina (seguida por el DRAE) es que proviene del latín 'catulus' "cría" (de animal o de humano), pero no sigue la evolución normal ( 1) la palatalización a partir de un grupo -t(u)l- / -tl- en castellano se confunde con la del grupo -c(u)l- / -cl- que produce 'j' ('ovicula' > "oveja") no 'ch', por lo que de 'catulus' esperaríamos **cajo o **quejo; 2) no hay explicación al final en '-orro' y, de hecho, este tipo de finales en r múltiple suele ser considerado un indicio de influencia vasca. La hipótesis vasca la explica a partir de una metátesis del vasco 'txakur' que originariamente era un diminutivo de 'zakur' "perro", tal y como explica Michelena.[7] En todo caso, ambas propuestas implican cierta influencia vasca y la hipótesis latina no puede explicarse como una evolución regular.
guitarra : la adaptación de la palabra latina 'cithara' (del griego 'kithara') a "guitarra" a través de una pronunciación vasca explicaría tanto la sonorización /g/ como la 'r' múltiple. Entwistle lo indica en su lista de vasquismos. Sin embargo parece contradecir a esta teoría que en italiano también se dice chitarra (con la vibrante múltiple) y, por otra parte, el cambio c > g es común en varias palabras romances desde el latín (cf. cat(t)us > esp. gato, it. gatto, o también quiritare > esp. gritar, it. gridare, etc.).
En otros casos hay palabras en las que se sospecha la intervención de un substrato vasco o vascoide. Así el término arroyo término que se documenta en época latina como palabra hispana como 'arrugia' Plinio y que Tagliavini considera de un estrato preindoeuropeo (con paralelos en los Alpes que conducen a una protoforma *rogia), cuya forma hispana correspondería a un substrato de tipo vasco que explicaría la vocal a- protética. Con todo, este tipo de términos habría pasado a los romances peninsulares no directamente desde una lengua vasca, sino desde el latín dialectal de Hispania.
Topónimos
Pueblos de la meseta, especialmente en la provincia de Ávila, como Mingorría, Niharra, los múltiples Narros y Naharros, todos los Blasco y Muño: Muñogalindo, Muñana, Mengamuñoz, Muñogrande, Muñotello, Muñomer, Blasconuño. Pueblos de Segovia y Madrid del tipo Gascones. Los que terminan en –eta (francés –ette), –egi (francés –eguy), –aga, –arra, –aca, -edo y –ola, o los que empiezan por nava o naba en vasco llanura próxima a la montaña, vertiente, depresión, barranco (topónimos muy comunes también en Ávila). La presencia de estos topónimos en zonas como Ávila, consideradas fuera del límite de la influencia vasca, se debe, empero, a repoblaciones realizadas durante la Edad Media con colonos procedentes del norte de la península y de gascuña. El mismo fenómeno se encuentra en algunos otros lugares, más aislados, de Castilla La Mancha y Castilla y León. Sin embargo, la presencia de topónimos vascos en Aragón, Cataluña y el norte de Castilla, tales como valle de Arán (euskera Valle), Bisaurín, ..., sí que se relaciona con poblaciones estables de hablantes en esas zonas.
Otro tipo de topónimos vascos muy extendido son los que tienen un inicio en Cha- seguido de un nombre de persona, tal y como mostró Menéndez Pidal. Ello es debido al amplio uso que tuvo en la Edad Media el apelativo vasco 'echa' (eusk. actual 'aita') "padre" como título honorífico. Entre estos topónimos tenemos Chamartín (uno en Madrid, otro en Ávila), Chaherrero (Ávila), Chagarcía (Salamanca), Muñochas (Ávila) o Chavela (Madrid; el nombre Bela, o Vela, es un nombre vasco de uso muy extendido en el medioevo).
En la Sierra de Ávila, en las proximidades de la localidad de Narrillos del Rebollar, se encuentra el Cerro de Gorría (eusk. "mendi gorri"). Otros topónimos de esta zona de Ávila son: Garoza y Muñez.
Apellidos
Aparte de los apellidos fácilmente reconocibles como vascos y que se encuentran con normalidad como apellidos españoles (p. ej. Mendizábal) son numerosos los apellidos vascos incorporados a la onomástica española.
La más exitosa aportación del euskera a la antroponimia mundial es el nombre Javier. Proviene del pueblo de Javier (Navarra) y se popularizó porque habiendo nacido allí, Francisco de Jassu tomó como nombre religioso el de Francisco Xavier. Javier es un topónimo que es una de las diversas variantes de Etxaberri ('casa nueva'). Por su parte, el apellido de probable origen vasco más extendido es García (formas antiguas: Garsea, Garzea), que se cree proviene de 'gaztea' ("joven") o de 'hartz' ("oso"). Al comienzo fue usado como nombre, pero al cabo de los años, al prohibirse el uso de nombres no cristianos, se pasó a usar como apellido; pero Michelena no considera segura esta relación.
Otros conocidos apellidos de origen vasco son: Mendoza (de 'Mendi-otza' "Monte Frío"), Aznar (forma antigua 'Azenari'), de 'azeari' "zorro"; Bolívar, de 'bolu-ibar' "vega del molino" ('bolu' del latín 'molinum'); Cortázar, de 'korta-zahar' "establo viejo"; Ochoa, de 'otso-a' "el lobo"; Barrios (a partir de 'Berrioz', nuevo caserío formado por la unión matrimonial entre miembros de dos caseríos vecionos) y Ortiz, adaptación vasca de Fortuno.