Añado, por introducir otro debate, que si el baloncesto a nivel de selecciones estatales me seduce poco, la liga ACB y todo el entramado de categorías inferiores directamente me repele. La liga ACB me parece artificiosa, un puro entramado comercial, mala imitación de las formas y costumbres yankis. Me lo vendan como me lo vendan a mi lo de que un equipo se denomine "Regal Barça" o "Leche Rio" ¡pasmate! por no hablar de los "exitos del Tau Cerámica", me produce urticaria y rechazo. Parece más el intermedio de una película de la Sexta que una competición deportiva.
Etc...
Panadero: ¿ices que sigues poco el baloncesto?.Pos anda que si lo llegas a seguir escribes un libro tal que : "pasado, presente y futuro del baloncesto estatal"
Ya digo que intenté seguirlo, engancharme. Pero para mi, seguir un deporte no es seguir a la estrellita de turno. Me importan tres pepinos los individualismos. Cuando sigo un deporte me gusta tener una perspectiva global.
Con el baloncesto es imposible porque parece un nido de charlatanes: fases regulares inútiles y carentes de interés, denominaciones ridículas, caos en las categorías inferiores, y americanadas varias que acaso me rsultasen atractivas si se aplicasen bien.
Porque esa es otra, las "americanadas", parece que todo en torno al baloncesto ha de ser una imitación de las formas habituales en EEUU pero con calidad de bazar chino ilegal. Para bien o para mal podría comprender que las cosas se hiciesen igual que allí, por cuanto la NBA es el referente mundial; entonces, si la NBA es el referente que se pretende imitar... ¿por que las imitaciones "made in Spain" desprenden entonces un espantoso tufo cutrecasposo?
Si el baloncesto estatal quiere imitar... ¿sería mucho pedir que al menos imitasen bien?
Por más que se empeñen, en Europa solo llevan gorra por la calle los miembros de bandas marginales o los niños sometidos a quimioterapia. Por más que se empeñen las fases regulares consistentes en jugar por jugar partidos intrascendentes no atraen pues tienen un sentido comercial, más que deportivo. Por más que se empeñen los comentaristas en imitar a sus colegas useños, a ellos sus formas les quedan artificiosas, ridículas y exageradas.
Con todo ello resulta que el 80% del tinglado se sostiene gracias a la participación de dos equipos que no son sino meras secciones de clubes orientados al futbol. Y el resto gracias a los éxitos de equipos que se hacen llamar cosas como "Tau Cerámica" "Power Electronics" o "Blancos de Rueda", equipos que de perder el patrocinador están abocados a una busqueda desesperada o a la desaparición porque dependen del patrocinio hasta para cambiarse de calzones.
Pues bien, lo he seguido y decididamente no me gusta. Cuando las categorías se estructuren de forma lógica y estable, cuando las denominaciones de los equipos sean estables y hagan posible el seguimiento, cuando los ascensos y descensos sean irrefutables y no condicionados al capricho de una normativa que cambia de año en año, cuando no se consienta el mercadeo de plazas en las distintas divisiones y cuando el baloncesto defina una imagen propia que no consista en una imitación cutre de lo que se hace, con mejor criterio y calidad, en los EEUU... entonces igual cambio de idea.