Hola Villapanillo,
En cierto modo tienes razón, pero cuando dices vascos, catalanes, gallegos, ¿das por supuesto que incluyes a todos y todas? Porque la realidad de Galeuzca es nacionalmente diversa. Más allá de la cuestión de la violencia política, no todos los vascos son abertzales, ni todos los abertzales quieren un fractura radical con lo español, sino que quieren una reformulación, no una separación...
La historia de la formación del Estado nacional español es la historia de un éxito parcial, pero éxito al fin y al cabo. Parcial, porque no ha terminado como en Francia... Pero muchos vascos, catalanes y gallegos participan y han participado en la construcción del Estado, a nivel popular identificándose nacionalmente como españoles, y a nivel de gobernantes conformando muchas élites económicas y políticas (sólo hay que ver la procedencia de los apellidos de las grandes fortunas del Estado).
Las encuestas del CIS demuestran reiteradamente que en "Galeuzca", en mayor o menor proporción, la mayoría de sus habitantes (80-90% según casos y con particularidades: ejemplo, la mayoría abertzale "solo vasco" de Guipuzcoa), se identifican en algún grado con la identidad española (es decir: sólo español, más español que "galeuzca", tan español como "galeuzca", más "galeuzca" que español). Solo están diciendo a gritos "dame algún motivo bueno para que no nos divorciemos, porque yo quiero creer en este matrimonio"
Pero, aún así, hay un problema en el "cleavage" territorial, entre el "centro" y la "periferia". Lo que pasa es que centro y periferia, en este caso, no hace referencia solo a la posición geográfica, sino a la situación de dependencia. Para mí Castilla hoy está en la periferia. Con el Estado español y Castilla pasa como con ciertas teorías feministas que dicen que el hombre (véase Castilla), al igual que la mujer (Véase Galeuzca, etc.) también sufre el patriarcado (España). Castilla no oprime: es vilipendiada. Su mayor tesoro, la lengua nacional, sufre de las vejaciones de otros pueblos del Estado porque la consideran colonial... Y claro, todo el que la habla o defiende es un colaboracionista con el colonialismo (cultural, ergo social, ergo político...).
El castellano no oprime: oprimen las personas y las instituciones. Refundamos el Estado para que la pluralidad se valore como un tesoro, para pueda cada cual expresarse con su lengua natal. Es, como diría, la posibilidad de construir Las Españas, plurales y diversas, soberanas y federadas, para progresar en libertad.
El castellano no oprime, pero en algunos sitios está siendo despreciada y/o usada como arama arrojadiza por quienes no creen en la diversidad. Castilla no oprime: es oprimida.

