El sistema de minorias políticas ha conseguido que finalmente se reconozca la existenica de "naciones" lingüisticas. Obviando incoherentemente que existe una nación lingüistica castellana.
De ahí el deseo de siempre de los nacionalismo minoritarios y de los partidos mayoritarios en diluir esa nación lingüistica castellana, apelando a sentimentalismos trasnochados y a argumentos peregrinos para construir naciones sentimentale y de toda indole en la nación cultural castellana.
Pero la realidad es que el arma clave de los nacionalismos perifericos no es ni la historia, ni las peculiaridades cuturales ni el sentimentalismo. Su arma definitiva es la lengua.
Y tarde o temprano se ha de reconocer que existe esa nación castellana que comprende no solo a Castilla la Vieja, pero en la que no está León.
Que entre las cuatro culturas hemos conformado España. Pero que si las suyas van a ser naciones socioculturales. La nuestra también. Nosotros no somos los "otros" españoes. Los españoles de las regiones sin más nación que la española o con una nacioncita de juguete.
Nosotros somos la nación castellana cultural. Con tanto derecho a ser reconocidos como tal como el resto.
Y no es culpa nuestra si somos una nación ancha y exitosa, nada debemos a España, no al menos más que catalanes vascos o gallegos.
La nación castellana no es solo Castilla, es Andalucia, es Aragón, es Murcia, es Alava, es la ribera navarra, es los barrios del cinturón de Barcelona, ....
Somos una nación sociocultural en España.
Nuestra etructura política será regional, autonómica, federal o lo que se quiera. Lo que digan los ciudadanos.
Pero que somos la cuarta pata del banco no cabe ninguna duda.
Si España va a emprender el camino de reconocer las naciones lingüisticas. Debería reconocer esta realidad.

